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México (6 de febrero).- El trago amargo ha pasado. El boxeador Raúl Hirales volverá a pisar un ring profesional este sábado, después de saber que su último rival, Francisco Franky Leal, falleciera a consecuencia de su afrenta, en octubre. Hirales afirma que ha superado el golpe emocional.
No obstante, los ex campeones mundiales mexicanos Guadalupe Pintor y Ultiminio Ramos, quienes pasaron por la misma amarga experiencia de saber que su adversario murió días después de haberlos derrotado, advierten que esos capítulos han resultado imposibles de olvidar.
“Estuve yendo a terapias con psicólogos. También gracias al apoyo de mi familia, de mis hijos, esposa, de mis amigos, que siempre están al pendiente, estoy otra vez por aquí, en lo que tanto me gusta y en lo que tanto me ha dado”, dijo Hirales, en entrevista telefónica desde Tijuana, para EL UNIVERSAL.
El pugilista, originario de La Paz, enfrentará a Fernando Vargas en el Hipódromo Caliente de Tijuana, no sin antes meditar el retiro tras saber que Franky Leal perdió la vida a consecuencia de sus golpes. Hirales reveló que aún tiene asignaturas pendientes.
“Me falta cumplir un sueño, que es ser campeón del mundo. Hasta no lograrlo, aquí voy a andar”, lanzó Hirales.
Guadalupe Lupe Pintor, quien vivió la pena de saber que su rival, el galés Johnny Owen, falleció víctima de un coágulo en el cerebro, dos meses después de haberlo vencido, en 1980, reconoció que el amargo recuerdo es difícil de borrar de la memoria.
“Yo le seguí al boxeo y, afortunadamente, pude dejar esa situación al margen y darle con todo a mi carrera, pese a que esto no se olvida. Eso se queda en la mente, se queda en el corazón, en el sentimiento y eso no se va nunca”, compartió el ex monarca gallo y supergallo.
Ultiminio Ramos pasó el trago amargo dos veces. Primero ante el cubano José Tigre Blanco, en 1958, y luego ante el estadounidense Davey Moore, en 1963. El ex pugilista mexico-cubano aseguró que es complicado superar esas experiencias.
“Sinceramente, sí sentí dos o tres veces temor y miedo [sic]. Me di cuenta que todo podía suceder y pasar arriba del ring, que me pudo haber pasado a mí o a otro de mis contrarios, pero uno tiene que seguir adelante”, compartió Ultiminio.
Tanto Pintor como Ramos destacaron el apoyo de la familia y amigos. Gracias a pláticas, pudieron retomar sus carreras. En el caso de Lupe Pintor, tal y como lo hizo Hirales, contó con apoyo psicológico para ello.
“La gente que estaba en mi entorno, mi manager, mi entrenador, don José Sulaimán, gente muy importante que, de alguna manera, me ayudó a tomar la decisión de continuar en el boxeo. O iba con todo o me retiraba. Pero lo que pasó no se olvida. ¡Jamás se olvida! Bueno, hasta que me muera”, reflexionó Pintor.
Ambos ex campeones lanzan la advertencia de que, como boxeadores sobrevivientes, deben sobreponerse o, de lo contrario, arriesgan sus vidas al subir dudosos al ring.
“O tomas la decisión de ir para adelante con todo o te retiras, porque hay el riesgo de que te pueda suceder lo mismo. Se pone en riesgo la vida de un boxeador que sube sin decisión”, advirtió Pintor.
Es un trauma inolvidable.- (El Universal)