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MEXICO, D.F., 1 de mayo.- El nuevo régimen fiscal de Petróleos Mexicanos (Pemex), que bajará de 75% a 65% la carga tributaria de la paraestatal, se aplicará de manera gradual en 10 años para evitar el impacto sobre las finanzas públicas, dijo el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray.
En conferencia de prensa durante la presentación ayer de la iniciativa del Ejecutivo de leyes secundarias en materia energética, aseguró que con ello se garantizará una transición ordenada y responsable que permita liberar recursos para Pemex y proteger los ingresos que se destinan para el gasto social.
Ante la pregunta sobre si podría generar finanzas públicas débiles y mayor déficit, contestó que el impacto de la Reforma Energética en general, incluyendo el nuevo esquema de pago de impuestos de la petrolera, será positivo en el largo plazo. “El impacto de la reforma energética en las finanzas públicas es altamente positivo porque conforme la reforma genere mayor producción de hidrocarburos, generará más ingresos para el Estado mexicano”, matizó.
Expuso que lo que va a cambiar es la forma en que el Estado mexicano utilice esos ingresos incrementales, porque ahora esos ingresos tendrán un procedimiento de preservación de la renta petrolera, una vez que ha salido el hidrocarburo del subsuelo a través del fondo petrolero.
Explicó que conforme aumente la producción, a través del pago de contribuciones y de dividendos, es de esperarse que en el mediano y largo plazo el impacto en las finanzas públicas sea positivo. Recordó que hoy existe una dependencia relevante de los ingresos petroleros en las finanzas públicas, porque más de la tercera parte de los ingresos públicos proviene de los petroleros.
Esto se va a lograr a través de disposiciones transitorias, sobre la definición de los dividendos que entrega Pemex al Estado mexicano. Así, reiteró que con un régimen transitorio de 10 años, que de forma gradual irá disminuyendo el dividendo obligatorio, permitirá conciliar una transición en la que se proteja un piso mínimo de ingresos que requiere el Estado para cumplir con sus obligaciones con la población, pero que irá liberando más recursos para la reinversión de utilidades en Pemex.
Con ello, Videgaray aseguró que se tendrá un Pemex más fuerte y sólido en beneficio de los mexicanos. En ese sentido se le cuestionó sobre el proyecto de los bonos ciudadanos, que se aprobó en la reforma energética de la pasada administración.
El funcionario señaló que será una decisión del Consejo y su administración. “Uno de los objetivos de la reforma es permitir que Pemex, su Consejo y administración defina cuál es la estrategia de financiamiento.
“Serán ellos los que decidan si utiliza ese instrumento o cualquier otro que le permita la ley, incluyendo los bonos que emite de manera exitosa en los mercados de deuda en los mercados nacionales e internacionales. El único límite de endeudamiento será el que imponga el Congreso”. (El Economista)