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Cuanto ocurre en Yucatán es para muchos de nosotros, factor de angustia y preocupación. El proceso electoral venidero es vital y determinante para el destino de nuestro estado y nuestra ciudad, que se debaten entre dos posibilidades: la antidemocracia, la imposición, el continuismo, el autoritarismo, la ausencia de propuestas y la campaña mediatizada, basada en las apariencias, la imagen y los golpes de efecto teatral y por otro, la viabilidad del proyecto democrático, de equilibrio de poderes, de pluralidad política y rendición de cuentas.
Es menester que los panistas podamos percatarnos que si queremos salir con el brazo en alto y refrendar la confianza ciudadana al frente de la alcaldía de Mérida, no podemos ir solos. Es necesario sumar a este empeño a todos los hombres de buena voluntad, que crean en la trascendencia del sistema de contrapesos político-electorales y que practiquen la democracia realmente, esto es como una forma de vida y no la conciban como un concepto válido solo para el discurso pero inviable de llevarse a la práctica en la cotidianidad.
Así, es importante privilegiar y reforzar, los vínculos que unen a Acción Nacional con la ciudadanía, a efecto de ganar su confianza e incentivar su participación en un proceso, en que las estructuras gubernamentales y los voceros enmascarados en los diferentes medios de la prensa vendida, se obstinan en hacer creer al pueblo que no hay nada por hacer, que la justa esta de antemano decidida y que nada puede hacerse para impedirlo, siendo por lo mismo, inútil participar.
Si bien es cierto que el acompañamiento social es determinante, también lo es que el blanquiazul se percate de la necesidad de operar esta elección de una manera diferente a como lo ha hecho en ocasiones anteriores y que para el éxito de sus pretensiones, provea con oportunidad el apoyo legal, logístico, material y operativo que se requiere para sacar adelante su proyecto, dado que de nada sirve contar con el más brillante estratega y con tropas aguerridas y bien entrenadas, si no se cuenta con parque para entrar en combate. Acción Nacional debe ser consciente que es hora de la generosidad y que hay que sacrificar algunas cosas para poder lograr un éxito, que de cristalizarse, catapultaría al PAN prácticamente sin escalas rumbo a la gubernatura. Hay pues que superar mezquindades y estrecheces de criterio para hacer posible esto.
El proceder político y operativo del panismo tiene que ser menos esquemático y cerrado y hacerse más flexible y ágil. Hay que ganar a como de lugar o de lo contrario, tardaremos bastantes años en poder recuperar lo que se pierda. Quede pues para la reflexión de aquellas personas directamente involucradas en este proceso. No digan luego que nadie se los dijo: los panistas no podemos ganar esta batalla solos, debemos marchar unidos y acompañados por la sociedad civil, siendo capaces de establecer alianzas de carácter coyuntural, no por eso menos importantes. La oportunidad que tenemos es de oro: competiremos contra un mal gobierno, que además ha integrado garantizar la docilidad en su manejo, una mala planilla oficialista. La mesa esta puesta para que ganemos. Lo podremos hacer si somos capaces de conciliar nuestras diferencias internas y externas. Veremos...