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Parecía una práctica desterrada de nuestra Entidad. Creíamos que pertenecía al siglo pasado y que su mejor exponente, el sempiterno líder de los taxistas Nerio Torres Ortiz, paradójicamente padre del "civilizado" y conciliador Nerio Torres Arcila, fue el último en esgrimir la macana, bat o tubo como mejor argumento para "vencer" adversarios... parecía, creíamos, pero no era así. Y es que esa vieja técnica de "conversión" o claudicación de adversarios ha reverdecido con nuevos bríos en el gobierno de Ivonne Ortega Pacheco. Su "policía política", que no son más que sus perros mejor amaestrados, han recurrido a la cobarde agresión para intentar silenciar adversarios y, de paso, "sentar precedente" a todos aquellos que, por un momento, hayan pensado alzar la voz en contra de los numerosos desfalcos y arbitrariedades de este gobierno, supuestamente de la "nueva mayoría ciudadana".Esto no ha sido de la noche a la mañana. Junto con el paulatino pero sin lugar a dudas creciente malestar ciudadano en contra del gobierno estatal, ha crecido la desesperación de éste por evitar la constante caída de su pública aceptación, al grado que ha recurrido irracionalmente a diversas acciones y medidas —algunas de ellas claramente ilegales como la agresión al diputado local Ismael Peraza— que lejos de evitarlo, han propiciado un cada vez más acelerado desgaste gubernamental frente a los ciudadanos a los que se debe.
Empezaron con el hostigamiento a agentes de la extinta SPV que "le hicieron el feo" al actual secretario de Seguridad Pública, Luis Felipe Saidén Ojeda; siguieron con las arbitrariedades en contra de Eduardo Chuc Baas, ex alcalde priista de Dzemul; continuaron con las ilegalidades y vejaciones cometidas a los vendedores de las playeras de "Yo chiflé a Ibón" y remataron con la artera agresión al referido diputado Peraza.
Sin lugar a dudas esta última fue la más cruenta, desquiciada y reprobable acción de las huestes ivonnistas y eso no fue casual. Ya el diputado había recibido amenazas del gobierno estatal a través de interpósitas personas y con esta acción se evidencia que ese mismo gobierno no sólo amenaza sino que también está dispuesto a actuar.
En este contexto, a menos de 24 horas de la agresión al diputado Peraza, una de las personas que integramos Artículo 7 —quizá quien más crítico ha sido con el actual gobierno— recibió en su casa una anónima amenaza telefónica dirigida para él y para los suyos. Cabe mencionar que desde hace varios días había notado que un vehículo, con personas con aspecto de judiciales dentro, lo seguía a lo largo del día.
Ante esta situación, todos los que laboramos en este medio nos solidarizamos con nuestro compañero de trabajo y a una sola voz decimos: ¡No nos callarán!