México (30 de septiembre).- El sindicato del Infonavit es de los más pequeños del país. Con casi tres mil trabajadores, está entre los 20 gremios con menos afiliados. Una organización compacta en comparación con los 113 mil de la agrupación petrolera, los más de 300 mil sindicalizados del IMSS o el millón y medio de agremiados del SNTE.

Pero eso no ha sido pretexto para exigir como los grandes. A la cuenta mancomunada que maneja Rafael Riva Palacio Pontones, líder sindical del Infonavit, en colaboración con el secretario de distribución de recursos, han llegado millones de pesos proporcionados por el instituto para satisfacer las exigencias del sindicato.

Tras revisar los pliegos petitorios que la agrupación ha dirigido al Infonavit de 2004 a 2013 y tras la respuesta del instituto a solicitudes hechas por EL UNIVERSAL a través de la Ley de Transparencia, es fácil concluir que el sindicato ha sido uno de los más consentidos.

Mientras que en 2011 el sindicato obtuvo 29.7 millones de pesos para diversos beneficios a la cúpula y a los trabajadores, en 2012 la cantidad creció a 35 millones y medio y para 2013 llegó a los 45.6 millones, lo que significó un incremento de 54% en estos tres años. Estos recursos son administrados directamente por el SNTI.

Además, cada año les aprueban un incremento en las prestaciones de despensa, becas, ayuda de transporte, gastos de alimentación, prestaciones médicas complementarias, créditos para adquisición de vivienda y reparación de automóviles.

Privilegios añejos

El líder gremial Rafael Riva Palacio lleva 37 años al frente del sindicato, y los privilegios de los que goza el gremio también datan de hace muchos años.

Según los documentos obtenidos, en 2004, por ejemplo, pidieron 1.4 millones para actividades sociales, culturales y deportivas; 143 mil pesos para los gastos de finiquito del CEN y 848 mil pesos por los gastos que genera la revisión del Contrato Colectivo de Trabajo (CCT).

De igual manera, los agremiados urgieron al instituto para que se firmara un contrato de comodato de un terreno propiedad del Infonavit y les donaran medio millón de pesos para el reacondicionamiento del mismo. También solicitaron un préstamo de 12 millones para concluir el centro vacacional Alpuyeca ubicado en Morelos. Sobre este crédito el Infonavit respondió que “no se encontraron registros del préstamo referido hace 10 años”. Esto se debe a que el instituto dice no guardar documentos administrativos por más de cinco años.

El líder gremial, a quien le gusta apapachar a sus trabajadores, sabe usar sus años de experiencia y conoce bien los números; por eso, en 2006 expuso que mientras los ingresos del Infonavit se habían incrementado en más de un 12.13% (al pasar de 80 mil 316 millones en 2005 a 90 mil 176 millones para 2006), los trabajadores habían visto disminuido su salario. Ante el panorama, Pontones pidió un aumento salarial de 5.7%, incrementos en diversas ayudas sociales y peticiones nuevas como un bono de actuación por los resultados obtenidos equivalente a 36 días de salario, y un apoyo económico por el 34 aniversario del sindicato para 2007.

En 2012, por ejemplo, se le entregaron 134 equipos entre computadoras de escritorio, proyectores, lap tops, cámaras digitales así como de video y de vigilancia, para las oficinas del sindicato.

Además se les dio un millón 155 mil pesos para la revisión del contrato, 5.7 millones para viáticos y gastos de transportación a fin de que atiendan actividades sindicales y asistan a congresos, y alrededor de 50 mil pesos para el festejo del Día de la Bandera y la peregrinación a la Basílica de Guadalupe, entre otros apoyos.

Acotan beneficios

Pero en los últimos tiempos no todo ha sido miel sobre hojuelas, pues los beneficios que el líder gremial y sus trabajadores disfrutaron en los dos sexenios del PAN se han visto afectados con el cambio de administración.

Desde que regresó el PRI y hubo relevo en la dirección del Infonavit, las prestaciones laborales que sumaron por la buena relación que existía con los gobiernos panistas se han visto mermadas.

En el primer pliego dirigido a Alejandro Murat Hinojosa, director del Infonavit desde diciembre de 2012, para la revisión del contrato colectivo 2014-2016, se solicitó el pago anual de servicio de internet en los domicilios o en los dispositivos móviles de los trabajadores por una cantidad de mil 800 pesos anuales, prestación que disfrutaban desde hace varios, sin embargo se les negó.

También Murat Hinojosa les negó un incremento a la ayuda de transporte que actualmente es de 620 pesos; un reembolso de gastos médicos complementarios, un bono de productividad llamado compensación variable, y una póliza ilimitada de gastos médicos.

Otra de las solicitudes negadas fue la de realizar un convenio con universidades de prestigio para que los trabajadores que así lo desearan estudiaran una licenciatura o maestría, así como la donación de un espacio físico para una guardería que además, pedía el SNTI, pasaría a ser patrimonio del sindicato.

Sin embargo, Murat Hinojosa sí dejó intactas e incrementó en un 3.97% las ayudas y cuotas pactadas en el Convenio que Regula las Relaciones de Apoyo y Colaboración entre el sindicato y el Infonavit. Parte importante de lo pactado en este convenio son las cuatro compensaciones (bono anual, cuota equitativa mensual, bolsa compensatoria mensual y compensación variable) que se reparten los integrantes de la cúpula sindical, y que se suman a sus sueldos y diversas prestaciones, engrosando su salario sigilosamente.

Además, se seguirá apoyando al SNTI con equipo automotriz, de oficina, de cómputo y fotográfico para sus asuntos gremiales, y con un monto anual para la celebración de eventos sociales, culturales y deportivos y también para el Día de la Bandera o la peregrinación a la basílica de Guadalupe.- (Agencias)