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Guadalajara (6 de octubre).- En Guerrero aumenta la tensión en torno al caso de los 43 normalistas desaparecidos.
El procurador estatal, Iñaky Blanco, dijo en conferencia de prensa que dos de los cuatro detenidos por el caso confesaron haber matado a 17 estudiantes, a quienes los llevaron a unas fosas que tiene el grupo criminal “Guerrero Unidos” en el cerro de Pueblo Viejo, en Iguala.
De acuerdo al testimonio de los detenidos —entre ellos el del policía municipal Martín Alejando Macedo Barreda—, la orden de detener el viernes 26 de septiembre a los estudiantes fue del director de Seguridad Pública de Iguala, Francisco Salgado, en tanto que la orden de asesinarlos fue de un sujeto apodado “El Chuky”.
Los detenidos confesaron haber matado a 17 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, a quienes los llevaron a la parte alta de un cerro de Pueblo Viejo, donde se ubican las fosas clandestinas.
En ese mismo sitio fueron extraídos 28 cuerpos ayer, todos con signos de calcinación. En la conferencia de prensa, el procurador fue cuestionado sobre si los cuerpos podrían pertenecer a los estudiantes normalistas desaparecidos en el mismo municipio.
El fiscal subrayó que llevará entre 15 días y dos meses la confirmación, pues se tienen que llevar a cabo exámenes genéticos. Para ello, apuntó, se contará con la participación de forenses argentinos.
Lo que el procurador sí mencionó fue que los mismos detenidos confirman haber matado a 17 normalistas. Por ello, el procurador agregó que ejercerán acción penal en contra de los policías, el director de Seguridad Pública municipal, Francisco Salgado Valladares y contra el alcalde, José Luis Abarca, hoy todos prófugos de la justicia.- (El Informador)