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MEXICO, D.F., 22 de noviembre.- Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano convocó a un Congreso Constituyente que formule una nueva Carta Suprema, que sea producto de un nuevo y sólido pacto social, a fin de impulsar soluciones de fondo, progresistas y democráticas a los múltiples problemas de la Nación.
Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano convocó a un Congreso Constituyente.
Al encabezar, al lado de Porfirio Muñoz Ledo e Ifigenia Martínez, entre otros iniciadores de la Corriente Democrática, hace 27 años, una reunión en la Fundación Lázaro Cárdenas y Amalia Solórzano, señaló que no se trata de reproducir ese grupo, formar parte, sumarse o crear una nueva organización, sino contribuir a la formulación de programas y propuestas que permitan a México “salir de la profunda crisis en la que lo han hundido el entreguismo, la corrupción y la ineficacia”.
Advirtió que con convocar a un Congreso Constituyente "no pretendemos deshacernos de las instituciones y de la vida institucional. De ninguna manera. Hay mucho que sirve, por mucho que haya que arreglar".
“Queremos una nueva norma fundamental que recupere la esencia de una constitucionalidad que recoja, actualice y amplíe los principios de soberanía, libertades y equidad que se plasmaron en las cartas de Apatzingan de 1824,1857 y 1917.
"Pretendemos que se regenere la vida institucional del país con instituciones útiles, con dirigentes confiables y comprometidos con las causas del país y del pueblo”.
Cárdenas dijo que lo más urgente es exigir la presentación con vida de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa aún desaparecidos y el castigo, “sin contemporización y con estricto apego a la ley, de los delincuentes materiales e intelectuales, por comisión u omisión, de los hechos criminales de Iguala del 26 y 27 de septiembre pasado.
También, demandar la liberación inmediata de los voceros de la tribu Yaqui, Mario Luna y Fernando Jiménez; continuar la lucha por revertir las reformas constitucionales en materia energética y presentar la propuesta de un cambio de modelo político y económico de desarrollo, alternativo y totalmente distinto “al entreguista neoliberal que se nos han impuesto”.
Asimismo, elaborar un programa de combate a la corrupción, a la impunidad y de erradicación de la violencia, “que debe empezar por que se muestre voluntad política en la más altas esferas del poder y se proceda en ella a cumplir con la ley y hacerla cumplir”.
También indicó que las llamadas reformas estructurales del neoliberalismo deben revertirse para que correspondan a un proyecto de equidad social, soberanía política y económica.
Cárdenas insistió que el Estado y los mecanismos de ejercicio del poder requieren de reformas de fondo.
En particular el Ejecutivo y el Judicial, añadió, no deben concentrar capacidad de decisión excesiva, como ahora sucede. "La participación democrática de la ciudadanía es preciso se profundice y amplié. Los derechos de la gente reconocidos en la Constitución y las leyes deben ser exigibles por el ciudadano ante el Estado. La presencia y participación de México en el mundo no debe ser más de subordinación”, añadió.
Llamó a organizarse para formular las propuestas programáticas y de movilización social que requiere México y prepararlo para que se convoque en la oportunidad debida a un Congreso Constituyente. "Veámosla como nuestra tarea prioritaria de corto y mediano plazo", dijo.
Cárdenas resaltó que la vida institucional, pública y privada, política social y económica “se encuentra gravemente erosionada; los responsables de las decisiones de trascendencia mayor en lo público y lo privado carecen de credibilidad y, por tanto, se anula su capacidad de iniciativa y convocatoria".
Mencionó además que partidos políticos y organismos privados populares tienen muy escasa o nula credibilidad. (La Jornada)