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Mérida (27 de febrero).- Ay, no nos comportemos como los grandes intelectuales ni adoptemos actitudes cultistas. Fuera de sus rostros esas muecas cuando se menciona el nombre de Gloria Trevi. Todos sabemos quién es.
Al menos conocemos una de sus canciones o en el pasado escuchamos o leímos algo del extraordinariamente famoso “Clan Trevi-Andrade”. ¿Vivimos en México, no? Y ella, sus desmanes, actitudes, declaraciones y demás conmocionaron al México de fines de los ochenta y de los 90 porque ofreció algo diferente.
Cuando salió “Dr.Psiquiatra”, yo tenía 10 años. Y me fascinó la canción. La escuchaba una y otra vez en mi Walkman hasta que mi hermana me pidió que dejara de repetir el tema a cada rato porque, supongo, ya la tenía harta.
Conforme fui creciendo y mis gustos musicales se definieron, me olvidé de ella —ahora desconozco totalmente qué interpreta— pero algunas de sus canciones eran mis placeres culpables. Además, me caía bien porque lo que hacía y como actuaba cuestionaba la realidad que me imponían en esos maravillosos años noventa en los que transcurrió mi adolescencia.
Y la película “Gloria” supo tocar los botones de la nostalgia de mi niña de los ochenta y adolescente de los noventa. Además, me pareció muy bien escrita y bien llevada, (no en vano la dramaturga Sabina Berman es la guionista, porque se nota el cuidado en el lenguaje, ritmo y pausas).
No tengo los suficientes conocimientos cinematográficos para decir: “Ehh sí, la iluminación es tal, la fotografía es no sé qué, con una visión nietzchiana se lleva la historia”. Para mí, el cine es una pasión que sólo se puede disfrutar haciendo un lado las ideas de “cine de arte”, “cine comercial”, “cine para dummies”.
Las películas me gustan o no me gustan, y listo. Y “Gloria” me gustó porque a pesar de las notables carencias de presupuesto, el guión es lo que lleva el filme, la manera en qué se contó esta historia tan polémica y llena de mentiras-verdades, me conmovió y me llevó a algunas reflexiones.
En resumidas cuentas, se da a entender que Gloria Trevi permitió que sucedieran situaciones anormales porque “estaba enamorada”. La cantante estaba totalmente cegada de “amor” por un hombre que no negaba su interés por otras mujeres y que, según lo retratado en la prensa y mostrado en la película, no le brindaba el mejor de los tratos.
Entiendo que la intérprete desacreditó la película, pero la mayoría del público no entiende por qué ya que realmente, no la dejan tan mal. Uno sale del cine con la idea de que por amor permitió todo, hasta que ocurrió un hecho realmente imperdonable (como tirar el cuerpo inerte de una bebé al río, la hija de Gloria( para que ella abra los ojos, ¡por fin! y decida separarse de él.
El público o se está solidarizando con ella, justificando sus actos porque estaba enamorada, o la está juzgando porque es muy difícil mantenerse impávido ante tantas situaciones contra la dignidad del ser humano. Pero, ¿es válido justificar una acción en nombre del amor? ¿a estas alturas de la evolución de la humanidad? ¿será porque ninguno de nosotros como seres humanos entiende lo que realmente significa? Para ser un sentimiento “que mueve al mundo” en su nombre se han cometido mayores atrocidades.
Y este caso sólo refleja los miles que escuchamos todos los días, de mujeres golpeadas y que toleran todo por “amor”, de niñas de 12 años que ya aceptan el matrimonio de niños de 12 años por celos, de hombres que aceptan que sus esposas tengan amoríos sólo para que no los dejen solos…. Porque sí ¿eh? Los hombres también sufren por “amor” y soportan vejaciones, no siempre son los malditos de la historia.
Parece que nuestra sociedad entiende el amor como lo quiere entender, juntando un poco la educación de casa, lo que nos dicen en la escuela que debe ser, lo que la religión dice que es…. y en resumen cada quién lo siente y actúa como buenamente entiende. Y ocurren situaciones lamentables, que luego se vuelven noticias nacionales…. temas de libros de dudosa calidad… y películas.