Mérida, Yucatán, 26 de febrero de 2015.- El investigador yucateco, Efraín Poot Capetillo se pronunció por otorgar un mayor reconocimiento a los derechos políticos de la etnia maya, mediante la reivindicación de la figura del comisario municipal, pues en dichas autoridades se conserva la esencia de la organización política de este pueblo ancestral y se facilita la armonía social en sus comunidades.

Con la presencia del titular de la Secretaría de la Cultura y las Artes (Sedeculta), Roger Metri Duarte, el académico impartió la noche del pasado miércoles la magna conferencia “Comisarios municipales, herederos de las funciones socio-políticas del pueblo maya”, organizada por el Seminario de Cultura Mexicana Capítulo Yucatán, en la que insistió en la necesidad de dotar de mayores atribuciones a estas figuras.

Durante su exposición en la Sala de Arte del teatro “Armando Manzanero” de esta ciudad, el también docente de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) opinó que en materia de derechos indígenas se requieren reformas constitucionales que fortalezcan la autoridad de los comisarios, al tiempo que consideró necesaria la creación del diputado de esta índole, que representaría los intereses de los mayas en el Congreso del Estado.

Ante estudiantes, especialistas y público en general, el conferencista abordó desde una perspectiva histórica las transformaciones de gobierno entre la ancestral cultura peninsular, así como la expresión actual de ésta, en la que los comisarios -al igual que los antiguos batabes- conservan una investidura de respeto que facilita la armonía social.

La ponencia estuvo dividida en cuatro partes. En la primera se hizo un recuento de los motivos que llevaron a la Corona Española a mantener la forma gubernamental de los mayas durante la Colonia, además de ofrecer un relato pormenorizado sobre las divisiones políticas del territorio peninsular hasta principios del siglo XIX.

Como segundo apartado, Poot Capetillo expuso los procesos de remunicipalización que tuvieron lugar desde la proclamación de la Independencia de México y hasta concluir en la distribución territorial existente.

Hizo mención especial, a manera de tercer tema, sobre los fallidos intentos que hubo en la década de los noventa por crear el municipio 107 en Yucatán, que tuviera cabecera en la comisaría Pisté de Tinum, donde está ubicada la zona arqueológica de Chichén Itzá.

Finalmente, como propuesta desprendida de sus investigaciones, disertó acerca de la importancia de darle mayor reconocimiento a los derechos políticos de la etnia maya, a través del fortalecimiento de la figura del comisario municipal y que se legisle sobre la inclusión de dos diputados indígenas.