591 palabras
Guadalajara (2 de marzo).- Tim Burton logró cumplir un sueño largamente acariciado: llevar a la pantalla la vida de Margaret Keane, hoy de 86 años, y la relación que vivió con su esposo Walter Keane. El filme que lleva por nombre “Big eyes” muestra cómo la pintora vivió bajo la sombra de Walter, quien se atribuía la autoría de los cuadros que ella creaba; siendo que él no podía ni tomar un pincel con estilo.
Amenazada y humillada, Keane destapó el infierno que vivió a finales de 1970, y tras un largo juicio recuperó su reputación en los tribunales.
Esta historia llega la cartelera el 6 de marzo, y lleva como protagonistas a Christoph Waltz y Amy Adams.
Él, ganador de dos Oscar a mejor actor de reparto por “Bastardos sin gloria” y “Django…. Sin cadenas”; ella, nominada cinco veces a la estatuilla dorada por cintas como “La duda”, “El peleador”, “The master”, “Junebug” y “Escándalo americano”.
En esta apuesta fílmica, Tim Burton se concentra en el despertar de Margaret como artista, en el fenómeno que causaron sus pinturas, puesto que figuras de la talla de Jerry Lewis, Joan Crawford, Natalie Wood y Kim Novak, quisieron ser retratados por la famosa firma Keane.
Actualmente, las pinturas de la creadora de los niños de ojos grandes llegan a alcanzar la cifra de 200 mil dólares y entre sus principales clientes se encuentran diversos centros de los testigos de Jehová.
Cabe señalar que la admiración de Burton por el trabajo de Margaret se hiso evidente cuando el director acudió a la casa de Keane, en Sebastopol (California), para solicitarle que retratara a su novia de entonces, Lisa Marie, una marciana que aparece en la cinta “Mars Attacks”. Años después el director de filmes como “Beetlejuice” y “El cadáver de la novia” regresó con la artista para pedirle otro retrato, el de Helena Bonham Carter y su hijo, Billy, que entonces tenía tres años.
Lo que no sabías del filme y de los Keane
El guión de “Big eyes” corrió a cargo de Scott Alexander y Larry Karaszwski. El proyecto inicialmente contaba con Ryan Reynolds y Reese Witherspoon como protagonistas y con la pareja de guionistas como directores y por entonces Burton figuraba como productor de la obra. Sin embargo todo cambió y tomó un nuvo cause.
Las pinturas de Walter y Margaret Keane se vendieron con gran éxito en gasolineras y tiendas minoristas de todo Estados Unidos. Él era el encargado del trabajo sucio y de ejercer como relaciones públicas, incluyendo numerosas apariciones televisivas, mientras que su esposa. -el verdadero talento- era realmente la artista. El matrimonio finalmente se separó y llevó sus desavenencias a juicio.
En la disputa el juez los obligó a pintar en vivo para ver quién de verdad era el talento y quién estaba mintiendo, Margaret terminó en 53 minutos un clásico retrato de grandes ojos a su estilo, ese que los llevó a vender decenas de cuadros, mientras tanto Walter se dijo imposibilitado de hacerlo por un “supuesto” dolor en el hombro.
Dos de las pinturas de Margaret aparecen en la cinta “Whatever Happened to Baby Jane.2” (1962). En la película de corte futurista se consideran a los cuadros como la máxima expresión del arte. -(Agencias)