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México (11 de junio) Muchas son las formas en las que se busca ‘proteger’ a las mujeres; en un contexto que, por alguna razón, aún mantiene un acoso constante hacia ellas, las instituciones encaminadas a defender y promover sus derechos nunca son suficientes pero ¿hacia dónde se esta marchando?
Las mujeres, tan solo en México, constituyen aproximadamente el 60 por ciento de la población y existen 2.6 millones más mujeres que hombres, de acuerdo a cifras del INEGI. Para éste 2015, en materia de elección y votos, las mujeres representaron el 56 por ciento de las emisiones, de acuerdo con los datos de COPARMEX. En cuanto a economía, el InMujeres reportó que son ellas las que realizan el 80 por ciento del gasto de consumo general.
Como las cifras lo indican, el grupo que conforman las mujeres no es reducido y mantiene un alto potencial de fuerza que, en su mayoría, resulta un capital desperdiciado. La Asociación Latinoamericana de Población ha lanzado una serie de investigaciones que se publican bajo el nombre Cairo +20, éste trabajo editorial que conforma diversos análisis de relevancia para el año en curso, señala los desafíos feministas que presenta la agenda nacional para el 2015; entre ellos el más destacado es: lograr la ampliación y definición de nuevos derechos a nivel regional, nacional y global, sin embargo especifica, “no hay, para el feminismo que integramos, una posibilidad de incidencia sostenible, si no se amplía la participación del movimiento de mujeres.”
Y si bien existen diversas organizaciones que pelean por los mismos objetivos, hasta el momento, no existen muchas que inciten realmente a la toma de poder por parte de las mujeres, no hacia un otro, ni hacia un contexto desafortunado, sino más importantemente, hacia ellas mismas. El empoderamiento de la mujer es necesario, como necesaria también es la lucha que cada persona debe realizar contra su propia pereza, apatía y desinformación selectiva.
El desconocimiento abre siempre la posibilidad a la no responsabilidad, el privarnos de una verdadera incursión en materia de movimientos ciudadanos tiene relación completamente con la desinformación generalizada en la cuál decidimos vivir para alcanzar todas las comodidades de lo que ya existe -aceptando sin problemas que éstas sean las mínimas- y evitando afrontar las responsabilidades de aquello a lo que se aspira.
Imagen obtenida por: Tumblr Como Karl Popper, filosofo y científico austriaco, dijó alguna vez, “la verdadera ignorancia no es la ausencia de conocimientos sino el hecho de negarse a adquirirlos.” De acuerdo con Carmen Ramos Escandón, autora feminista, en México no ha existido un movimiento politice femenino importante desde 1930 -cuando se luchó por otorgarle el voto a la mujer y hacerla un campo activo de la participación social- y retoma el titulo acuñado por Mary Beard que apunta a la mujer como ‘la gran ausente de la historia’ y le invita a reflexionar sobre su papel en la lucha contra la opresión de su género, tomándola a ella misma como principal agente limitante.
Por su parte, la historiadora inglesa, Sheila Rowbotham, señala en Hidden from History, la necesidad de rescatar del olvido historiográfico a los movimientos de mujeres, de los cuales hace años nos hemos deslindado, si nuestras antecesoras pelearon por el derecho a ser parte de la sociedad entonces ¿por qué no lo estamos ejerciendo?- (Semanario)