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Mérida, Yucatán, 2 de octubre de 2015.- Un grupo de especialistas participó hoy en la mesa panel “El SIDA en Yucatán, crónica de la última epidemia del siglo XX (1983-2001)”, actividad previa a la celebración del cuadragésimo aniversario del Centro de Investigaciones Regionales “Doctor Hideyo Noguchi”.
Rocío Quintal López, Ligia Vera Gamboa, académicas de la UADY; Fátima Flores Palacios, del Centro Peninsular en Humanidades y Ciencias Sociales de la UNAM; y Renán Góngora Biachi, pionero en Yucatán de las investigaciones en torno al SIDA, expusieron hoy sus opiniones y puntos de vista acerca de la enfermedad.
“La desinformación, es el peor enemigo en el combate al VIH-SIDA”, expresó Quintal López, de la Unidad de Ciencias Sociales de la UADY, quien expresó que “desde que se registró el primer caso en la entidad (1983), a la fecha, es cierto que hay avances importantes pero el tema sigue siendo un problema de salud pública”.
“En Yucatán hay nuevos casos, y en el mundo nacen niños con VIH; esto, sin duda, tiene que ver más que nada con cuestiones de vulnerabilidad y factores de pobreza, marginación y falta de información”, subrayó la académica, poco antes de iniciar el panel en el Auditorio “Jorge Zavala Velázquez”.
Afirmó que en comunidades rurales de Yucatán, hoy, en 2015, prevalecen múltiples mitos acerca del VIH-SIDA y algunos de ellos, por ejemplo, se relacionan con la transmisión del virus por medio de la picadura del mosquito o por usar el mismo plato o el mismo baño.
No obstante a esta desinformación, la académica de la UADY afirma que, gracias a la evolución de fármacos y tratamientos, con la detección oportuna la esperanza de vida puede ser de hasta 40 años, es decir, similar a la de cualquier persona.
En el evento participó también, Renán Góngora Biachi, profesor e investigador de la UADY y pionero de los estudios sobre SIDA en Yucatán. Con orgullo el especialista, quien fue titular del Departamento de Hematología del Centro de Investigaciones, afirmó que “La UADY fue líder en el tema, las campañas realizadas en escuelas básicas arrojaron buenos resultados porque esas generaciones hoy están protegidas”.
De hecho, Renán Góngora aseguró la desaceleración de la epidemia entre 1998 y el 2000, “ritmo que se mantiene –dijo- y esto nos benefició porque no se cumplieron los pronósticos nada halagadores”.
Referente a la terapéutica citó notorios cambios a partir de los esquemas combinados con modelos de quimioterapia oncológica que lograron mantener a la mayoría de los pacientes, pero, lamentablemente a un costo alto debido a los efectos colaterales.
El galeno, experto en hematología, recordó que en Yucatán hay 4,000 personas diagnosticadas con VIH y por cada uno de estos hay otras cinco que son desconocidas porque están asintomáticos.
En el evento participaron también Ligia Vera Gamboa y Fátima Flores Palacios, académicas de la UADY y de la UNAM, respectivamente. Vera Gamboa habló, entre otras cosas, de las diversas caras del síndrome a lo largo de su existencia y aseveró que “si bien hay avances, se continúan detectando casos en Yucatán, prácticamente todos los días”.
“Se presentan otras enfermedades en materia de salud y el VIH ahí está, por lo tanto, no debemos bajar la guardia”, subrayó.
A su vez, Flores Palacios, del Centro Peninsular en Humanidades y Ciencias Sociales de la UNAM, indicó que los avances en investigación, prevención y acciones desde la sociedad civil y políticas públicas, han hecho su trabajo pero –advirtió- aún hay muchas cosas por hacer, especialmente en las poblaciones más apartadas.