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México (19 de octubre).- En los últimos años el concepto ‘paraíso fiscal’ se ha vuelto muy popular debido a que es común que escuchemos o leamos en medios informativos noticias sobre que una empresa, personaje famoso o político evadió impuestos en uno de estos maravillosos lugares.
La operación de estos controvertidos centros financieros se han convertido en una de las principales preocupaciones de los organismos y muchos gobiernos, entre ellos el de Barack Obama, que han endurecido las regulaciones internacionales para combatirlos, aunque sin muchos avances.
De la definición de la Organización para el Comercio y el Desarrollo Económico (OCDE), los paraísos fiscales son lugares con instituciones que funcionan como instrumentos de competencia fiscal perjudicial. Es decir, son territorios cuyos sistemas tributarios favorecen, de manera especial, a sus no residentes, tanto personas físicas como entidades jurídicas. Este tipo de lugares cuentan con características específicas que permiten su identificación: Tienen escasos o nulos convenios con otros países, en materia tributaria, ofrecen a empresas y ciudadanos protección del secreto bancario y comercial, no poseen normas de control de movimientos de capitales (origen o destino), básicamente facilitando lo que se conoce como lavado de dinero y poseen una infraestructura jurídica, contable y fiscal que permite la libertad de movimiento de personas y bienes.
Los paraísos fiscales tienen su origen, según los especialistas, en los años sesenta, pero fue hasta los ochenta cuando se consolidaron como destino relevante del flujo internacional de capitales.
Según un artículo de la BBC, su verdadero origen se remonta a finales del siglo XIX cuando una flota británica, en la que viajaba un príncipe, encalló en un arrecife en el Caribe Occidental y su tripulación fue salvada por los recidentes de una isla cercana. En gratitud, el rey Jorge III de Inglaterra prometió que la isla –hoy Gran Caimán– nunca más pagaría impuestos.
Este tipo de instituciones bancarias son usadas por diversas organizaciones y personajes para esconder o desviar recursos millonarios para no declararlos ante las autoridades hacendarias de sus lugares de origen.
Algunas de las corporaciones o instituciones que han gozado de estos beneficios según el estudio “El uso de paraísos fiscales por las empresas de Fortune 500”, realizado por la organización Citizens Tax For Justice, dado a conocer recientemente son: Apple, General Electric, Microsoft, Pfizer e IBM, por mencionar sólo algunas.
También encontramos personajes como los funcionarios de la FIFA acusados de lavado de dinero, o a Lionel Messi, el futbolista argentino que es imputado por las autoridades hacendarias de España por evadir 4.1 millones de euros.
Son muchos los sitios considerados paraísos fiscales, entre ellos destacan: Anguila, Antigua y Barbuda, Liechtenstein, Bahamas, Luxemburgo, Bahrein, Macao, Barbados, Maldivas, Belice, Bermudas, Islas Vírgenes Británicas, Islas Caimán, Panamá, Singapur, Gibraltar (España), Kong y Suiza, por mencionar a los más conocidos.
Es de destacar que a finales del año pasado, México y otras 50 jurisdicciones de países miembros de la OCDE y del G-20, firmaron un acuerdo para el intercambio inmediato de información financiera.