Berlín (3 de febrero).-

El gobierno alemán impondrá nuevas restricciones a los refugiados que lleguen a Alemania debido a la presión de los sectores políticos de derecha y de extrema derecha, que demandan números más bajos de inmigrantes que sean acogidos en el país.

La decisión de aprobar el llamado Paquete de Asilo II la tomó este día el gabinete alemán en Berlín, que se reúne cada miércoles. El paquete de leyes contempla principalmente el establecimiento de “centros de acogida” en donde se decidirá con rapidez si el individuo tiene o no perspectivas de obtener asilo en Alemania.

El refugiado que no tenga esa perspectiva, de acuerdo a las autoridades migratorias en esos centros, será regresado de inmediato a su país. Las nuevas previsiones también constituyen una medida de campaña política porque se avecinan elecciones en tres estados alemanes.

El gobierno alemán encabezado por la canciller federal, Angela Merkel, está integrado por la Unión Demócrata Cristiana (CDU, de la que Merkel es presidenta), CSU (la Unión Socialcristiana de Bavaria, que es la que más pugna para reducir sustancialmente el número de refugiados que llegan al país europeo).

El tercer partido de la coalición de gobierno es el SPD (Partido Socialdemócrata), que presenta continuamente variaciones en sus posiciones respecto a la crisis de los refugiados en Alemania, de los que han llegado alrededor de un millón en el último año.

Contempla además que los refugiados que obtengan el asilo no podrán traer a sus familias a Alemania antes de dos años. Sin embargo, los refugiados que vayan a ser trasladados desde los campamentos en Turquía, Jordanía y Líbano podrán traer a sus familias con las que ya viven en esos lugares.

En el paquete se incluye también a Argelia, Marruecos y Túnez (países del Magreb) como naciones seguras, una categoría que también se les está dando a diversos países de los Balcanes. Eso significará en la práctica que los nacionales de esos países que lleguen a Alemania, serán devueltos a su países.

Solo lo podrán evitar si demuestran ser víctimas de represión o persecución por motivos políticos, religiosos y de género, entre otros. No obstante, es cuestionable si podrán ser deportados porque esos países se niegan con frecuencia a aceptar de nuevo a esos ciudadanos.

A pesar de que hay acuerdos internacionales entre Alemania y esos países que establecen lo anterior, en la práctica las autoridades migratorias tienen muchas medidas a la mano para impedir el reingreso al país de esos ciudadanos, y mas aún si se hacen de antecedentes penales en Alemania.

A las sanciones y limitaciones anteriores se suman muchas otras, con lo que los partidos del gobierno tratan de desalentar a los refugiados a dejar su país para venir a Alemania, que hasta hace un tiempo les fue presentada como una especie de paraíso para los migrantes.

Así se corrió la voz en las redes sociales y los enganchadores también difundieron ese mensaje para captar “clientes”. Otra medida reciente es la decisión del Ministerio del Trabajo de reducir las prestaciones estatales a los refugiados que no se interesen en integrarse.

Con la finalidad de integrar a los refugiados que obtengan la residencia temporal en Alemania, el estado alemán ha puesto en marcha cursos para el aprendizaje del idioma así como la posibilidad de que entren en la estructura laboral del país para que puedan obtener trabajo.

Además tendrán que respetar el estado de derecho, el sistema democrático en Alemania y la escala de valores alemanes. Como por ejemplo, no acosar sexualmente a las mujeres alemanas.