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México (15 de febrero).-
Luego de la muerte de 49 reos en un motín, en el penal de Topo Chico, el Gobierno de Nuevo León desmanteló celdas de lujo, un bar, 280 puestos semifijos de alimentos y abarrotes, además de cientos de altares a la Santa Muerte.
Las celdas de lujo estaban equipadas con salas, aire acondicionado, pantallas, frigobares, televisiones digitales, baños sauna y hasta acuarios.
Los puestos y el bar eran operados por la red criminal directamente o a través del cobro de piso, ofertando productos con sobreprecios de hasta 120 por ciento.
Los altares de la Santa Muerte incluían figuras de tamaño real, cuadros y vestuarios similares a los de matlachines.
Toneladas de objetos prohibidos, entre ellos muebles, aparatos electrodomésticos y colchones, fueron apilados en las canchas del centro penitenciario, de acuerdo con información difundida por el Gobierno estatal.
El mobiliario fue retirado por maquinaria pesada y camiones.
“Conocimos todas las irregularidades que existían, arbitrariedades, abusos, cobros de piso”, señaló el General Cuauhtémoc Antúnez, Secretario de Seguridad, durante una visita al reclusorio en la que los reos le agradecieron la intervención del Gobierno independiente.
Mientras tanto, autoridades dieron a conocer que ya fueron identificados cinco de los nueve reos que permanecían como desconocidos luego del motín el pasado jueves en el penal de Topo Chico.
Anteriormente se dijo que cuatro cuerpos todavía no habían podido ser identificados dado que la prisión no tiene constancia de su presencia en el interior de las instalaciones.
En total murieron 49 personas en el pleito registrado entre dos bandos de Los Zetas, uno de los grupos liderado por Juan Pedro Zaldívar Farías, también conocido como “Z-27”, y el otro por Jorge Iván Hernández Cantú, alias “El Credo”.
“El Credo tenía el control, pero mandaban otros dos”
Aunque el gobierno busca desintegrar al cártel de Los Zetas que operaba en el penal del Topo Chico, un mando de bajo nivel junto a otros 30 integrantes de la banda criminal pretenden reagruparse y retomar el control del centro penitenciario.
Un encargado de custodios que habló a condición de anonimato reveló que además de Juan Iván Hernández Cantú, alias “El Credo”, líder de Los Zetas que fue trasladado a una prisión federal de Guanajuato, otros dos internos mandaban en Topo Chico. Las versiones de las autoridades indican que el otro líder era Juan Pedro Saldívar, alías el “Z-27”, que había ingresado apenas unos meses atrás.
Ambos trasladados a otros penales de máxima seguridad fueron responsables, según el Gobierno estatal, del enfrentamiento en el penal.
“El que se fue, ‘El Credo’, tenía el control, pero mandaban otros dos. Todavía queda uno que aún vamos a talonear (lo vamos a seguir). Es de bajo nivel, pero quiere agarrar hueso (retomar el control dentro del penal), pero lo vamos a trasladar. Andan otros 10 con él y unos 20 que tenemos arraigados porque también eran del mismo cártel”.
El tercer líder, según el encargado de custodios, responde al apodo de “El Maruchan”. Sólo su alías fue relevado por temor a represalias.