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México (23 de abril).-
Tenemossismo. Con este hashtag, uno de los jefes de gobierno de la ciudad de México alertaba que había en proceso un movimiento telúrico, se convertía en segundos en tendencia nacional y el pase de información corría por todos lados. Era la nueva forma para alertarnos y, si fuese necesario, desalojar el sitio donde estuviéramos.
Después del sismo de 1985, cambiaron muchas cosas en la gran capital, y no era para menos. Un movimiento de 8.1 grados, 6 mil muertos oficiales, 22 mil no oficiales, 33 mil damnificados y costos por 4 mil millones de dólares significó, al paso de los años, tomar conciencia en serio de lo vulnerable que puede ser toda una urbe.
“No corro, no grito, no empujo”
Estas palabras nos las enseñan desde la escuela primaria y son recordadas después por los adultos cada vez que se realizan simulacros en escuelas, edificios públicos, privados y en el transporte público.
¿Qué hacer durante y después de un sismo?, ¿cuáles son los lugares más seguros en la casa? ¿Dónde se ubica un buen punto de reunión?, ¿qué deben tener nuestra mochila de seguridad además de los papeles personales? Aunque no nos guste del todo, debemos de concientizarlo y transmitirlo a los demás, pues hay generaciones que nunca han sentido cómo se mueve el suelo con tanta fuerza, ni mucho menos, se han quedado en las penumbras por los cortes de luz o se han horrorizado al ver la escuela a la que asistían en escombros.
¿Edificios resistentes?
30 años después del gran sismo los códigos de construcción fueron modificados: ahora deben ser capaces de resistir sismos de hasta 8.5 grados (resistirán?, no lo sabemos, tampoco queremos comprobarlo).
Ahora los edificios deben ser capaces de resistir sismos de hasta 8.5 grados
INFOBAE consultó al jefe del departamento de sismología de la Universidad Nacional Autónoma de México, Victor Cruz, quien agregó que uno de los más grandes avances después de la tragedia de 1985 fue la instalación de una red de observación de sismómetros muy densa en el Valle de México que desde entonces ha permitido registrar miles de terremotos, también “microzonificar el peligro sísmico en la ciudad de México”, es decir cómo se mueve el suelo en cada punto de la urbe. Ahora los ingenieros deben tener mayor cuidado en elementos estructurales para atender con más seguridad los cimientos, tener un control de calidad más rígido de las propiedades de los materiales, así como de las prácticas y tolerancias de construcción.
Apps para alerta sísmica
Ninguna se salva de errores, pero hoy más vale tenerlas en el teléfono inteligente y estar informados de cualquier movimiento por pequeño que sea, incluso fuera de México, como es el caso de Sky Alert.
Por: Héctor Landín