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*México (6 de mayo).-
Es probable que en estos días o no mucho después comience a aparecer en revistas sensacionalistas o se difunda por Internet, la noticia de que científicos alemanes han comprobado que existe vida después de la muerte. Incluso se mencionarán la fuente original de esa información y los nombres del científico que encabezó el estudio y de la institución en que trabajan. Es más: podemos adelantárselos.
La noticia fue publicada en la revista electrónica World News Daily Report y cita una investigación realizada en la Technische Universität de Berlín por un equipo encabezado por el Dr. Berthold Ackermann. Pero aunque parezca algo absolutamente serio, no le haga el menor caso. Se trata de una broma.
El inexistente Dr. Ackermann, autor de la inexistente investigación sobre la vida después de la muerte.
Según la noticia en cuestión, Un equipo de médicos y sicólogos de dicha universidad, dirigidos por el Dr. Ackermann, “anunció haber comprobado mediante experimentación clínica la existencia de una forma de vida después de la muerte. El sensacional anuncio se basa en las conclusiones de un estudio en el cual se utilizó un nuevo tipo de experiencia próxima a la muerte, médicamente supervisado, que permite al paciente mantenerse clínicamente muerto por unos 20 minutos antes de ser devuelto a la vida.”
Añade la información de World News Daily Report que el proceso se aplicó a lo largo de cuatro años a 944 voluntarios de muy diferentes religiones y algunos de ellos ateos. Para lograr la muerte clínica se utiliza una compleja mezcla de sustancias químicas que incluyen epinefrina y dimetiltriptamina, que permite al organismo humano sobrevivir durante la etapa de muerte clínica y luego ser sometido al proceso de reanimación sin sufrir daño. Tras mantener en ese estado comatoso de muerte clínica al sujeto durante veinte minutos, se le devuelve a la normalidad con ayuda de un nuevo aparato de resucitación cardiopulmonar denominado AutoPulse, que ya ha sido ampliamente probado y permite reanimar a personas que permanecieron muertas clínicamente por lapsos de 40 minutos a una hora.
En cuanto a la existencia de vida después de la muerte, todos los voluntarios, dice el Dr. Ackermann, manifestaron tener clara memoria de su período de muerte clínica, y en su mayoría describieron haber experimentado sensaciones bastante similares, como la sensación de desprenderse de su cuerpo, total serenidad y seguridad, un ambiente tibio, sentir que levitaban, y la presencia de una luz que los bañaba.
Explica Ackermann que si bien tales sensaciones —comunes en personas que han experimentado lapsos de muerte clínica— se atribuyen a alucinaciones causadas por la deficiente irrigación sanguínea del cerebro, él las considera definitivamente prueba de la existencia de vida después de la muerte, y una clara manifestación de dualismo entre cuerpo y alma.
Como decíamos, todo esto suena bastante convincente. Incluso en la información se muestra una fotografía de quien parece ser el Dr. Ackermann. Pero es una broma. World News Daily Report es sólo una revista humorística especializada en noticias divertidas y falsas pero con apariencia de serias. Por ejemplo, que se ha comprobado que fumar mariguana puede ayudar a combatir el calentamiento global, que en Estados Unidos los gordos piden al gobierno que se les considere “minoría visible”, que los arqueólogos han descubierto que el Monte Kilimanjaro en África, de casi 6000 metros de altura, es la mayor y más vieja pirámide construida por el hombre, con una antigüedad estimada entre 12 mil y 14 mil años, o las viejas historias sobre buques pesqueros que atrapan submarinos en sus redes.
Así pues, que no le digan, que no le cuenten. No se ha probado la existencia de vida después de la muerte.