573 palabras
México (8 de mayo).-
Hace 10 años, Tinsley Mortimer era una de las It Girls más afamadas de Nueva York: tenía un marido millonario, comenzaba su faceta como diseñadora y llegó a protagonizar su propio reality show.
Pero su vida se ha vuelto una espiral en descenso cuyo punto más bajo llegó el pasado 9 de abril, cuando acabó en la cárcel por invadir la residencia de Alexander “Nico” Fanjul, miembro de una de las familias más prominentes de Estados Unidos y con quien sostenía una relación tóxica.
Hija de un acaudalado inversionista en bienes raíces y de una diseñadora de interiores, Tinsley cobró notoriedad en la alta sociedad de Manhattan al casarse, en 2002, con Robert “Topper” Mortimer, presidente de Standard Oil (hoy ExxonMobile), una de las compañías petroleras más importantes del mundo.
Pronto se convirtió en una socialité tan renombrada, que Dior lanzó un labial con su nombre, diseñó su línea de bolsas para la firma nipona Samantha Thavasa, creó su propia colección de ropa, realizó un cameo en la serie Gossip Girl y protagonizó el reality High Society.
Pero esa vida soñada comenzó a desdibujarse en 2009. Su obsesión por aparecer en las revistas de sociales acabó por destruir su matrimonio con el empresario petrolero.
En 2012, un año de concretar su divorcio, la rubia se mudó a Florida, donde comenzó un romance con “Nico”. Sin embargo, la familia de él no aprobaba la relación, así que la mantuvieron en secreto.
Pero lo que parecía un idilio al estilo Romeo y Julieta se tornó en una relación obsesiva y tormentosa que llegó a las agresiones físicas.
En diciembre de 2013, Tinsley fue hospitalizada por una herida en la cabeza, presuntamente causada durante una pelea con su amante. Días después, la policía los halló alcoholizados (¡ella encerrada en el clóset!).
Al año siguiente, encontraron a la socialité descalza y borracha, y en su declaración dijo que Alexander había tratado de asfixiarla con una almohada. Poco después, un vecino vio cómo él la perseguía por el jardín.
En ninguna de esas ocasiones hubo una denuncia formal, pues fuentes cercanas a la socialité aseguran que temía represalias de la familia del novio.
“Son buenas personas, pero no juntos. Son como combustible y usan a la Policía para manejar su relación”, dijo una amiga de ella al New York Post.
Lo peor vino el mes pasado para Tinsley, pues aunque se supone que ya había terminado definitivamente con “Nico”, invadió su propiedad para sorprenderlo con su nueva conquista.
“Se esconde en los arbustos, en su coche, ¡le ha puesto cigarrillos en la cara! Hace que Atracción Fatal parezca una caricatura. Está loca”, dijo Nicole Fanjul, madre de Alexander, al New York Post.
Tras este arranque, volvió a los titulares de revistas, sólo que acompañada de la foto con que fue fichada por la Policía. El lado positivo es que, según un amigo, Tinsley ya tocó fondo y pretende retomar las riendas de su vida, aunque nunca vuelva a brillar en sociedad.