México (21 de noviembre).-

Por este conducto quiero manifestar mi sorpresa por el reportaje, dividido en dos partes, que fue difundido en Uno TV, en los cuales se cometen serias y graves imprecisiones sobre mi persona.

La Academia de Baloncesto Indígena de México (ABIM) es un proyecto deportivo fundado a finales del 2009 con el objetivo de impulsar por medio del estudio y el deporte a la niñez de las comunidades triquis de Oaxaca, muchas de ellas con graves problemas de pobreza y violencia.

Desde entonces, los apoyos que ha recibido la Academia por parte de los gobiernos federal y estatal han sido en especie como son uniformes, material deportivo, despensa, boletos de avión para que los niños puedan asistir a torneos, hospedaje o asesoría nutricional.

En el reportaje se señala que en tres años, he recibido de parte del gobierno de Oaxaca apoyo financiero por más de dos millones de pesos. Desconozco la fuente de información del reportero, pero a mí no se me han entregado esos recursos. El único apoyo monetario que he recibido a nombre de la ABIM es de 12 mil pesos mensuales por parte del DIF estatal el cual se destina para pagar la renta de la casa de entrenamiento ubicada en Bahías de Huatulco ($7,000.00) y el sueldo de dos personas que ayudan en las labores de cocina ($3,000.00 cada una).

Además, el DIF de Oaxaca otorgó durante 2012, una beca mensual de 600 pesos a los 50 niños triquis. Ese dinero se depositó directamente en las tarjetas que fueron dadas a los papás de cada niño.

Sobre las conferencias que se mencionan, debo decir que me siento muy afortunado que haya personas interesadas en conocer el modelo deportivo que desarrollé en Oaxaca. Del 2013 al 2016 he dado 6 pláticas, de las cuales solo en 4 se han dado donativos por las cantidades de 100 mil, 15 mil, 20 mil y 50 mil pesos. El 50% de esas cantidades sirven para cubrir gastos de los equipos de baloncesto.

Cuando escuché el reportaje, el primer sorprendido en conocer las cantidades que supuestamente cobro por conferencia fui yo, nunca he cobrado eso, y por supuesto no comparto ni he autorizado que se exponga a los niños de ninguna manera. Al respecto quiero expresar que he hablado con la empresa promotora para externar mi extrañeza y molestia por esta situación.

Sobre la casa que aparece en el reportaje ubicada en los Valles Centrales debo señalar que está destinada a ser un centro de entrenamiento para niños. En el 2014 con los $600,000.00 pesos que me fueron otorgados cuando obtuve el Premio Nacional de Deporte, pude avanzar con la construcción. Sin embargo, todavía no entra en funcionamiento porque falta meter agua y luz. Si hubiera sido del interés del reportero, podría haber entrado para corroborar las condiciones en que se encuentra la instalación.

Lamento también que las diferencias con el Presidente Municipal del Tule y el titular de la Federación Mexicana de Baloncesto hayan servido para que, aprovechando la oportunidad, se cuestione al programa. Sin embargo, la postura de la ABIM y la mía será la misma: no permitir que intereses ajenos a los niños indígenas triquis quieran burocratizar o politizar el programa.

Hasta aquí he mencionado solo algunas de las inexactitudes que aparecen en el reportaje. Solo soy un entrenador de baloncesto y por consiguiente no entiendo a quién y por qué le puede interesar poner en duda mi reputación. Me pregunto también por qué el reportero no me preguntó todos los cuestionamientos que hace en su nota para poderle explicar cada punto.

Lo único que responde por mí es mi trabajo el cual seguiré haciendo con el mismo entusiasmo y compromiso que hace 7 años.

Sin otro particular, le pido que haga la aclaración pertinente. No es a mí a quien se afecta, sino un trabajo de más de 280 estudiantes de COBAO indígenas, 3 estudiantes indígenas universitarios, 25 entrenadores indígenas y 1150 niños y niñas indígenas que todos los días se esfuerzan por salir adelante y ser un ejemplo para su comunidad.

ATENTAMENTE

PROF. SERGIO RAMÍREZ ZÚÑIGA

DIRECTOR Y COORDINADOR GENERAL DE LA ACADEMIA DE BALONCESTO INDÍGENA DE MÉXICO