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En tanto la confusión sea lo único que sobresale en la vida cotidiana de la sociedad mexicana —y en especial de la yucateca a todos los niveles— no habrá progreso. Sí, habrá, desde luego, retroceso.
No se entendió jamás el valor del proyecto "Metrópolisur", porque se hizo todo lo posible para dar una imagen de intención podrida. Y en esa imagen cayeron y por eso hoy el PAN no gana una sola elección.
Esto, repetido en todas las reuniones y lugares en donde 3 yucatecos se reúnen, me indica que se ha regado la mala información como se ha regado el virus de la influenza AH1N1. Estamos en el sumidero, en la basura. No entendemos nada, no confiamos en nadie, "todos son malos", "todos sólo quieren robar".
¿Así es la realidad?
Desde que el PAN comenzó a ganar elecciones, en forma rabiosa, los del PRI comenzaron a sembrar una apestosa cizaña por todos lados. Y los del PAN, en su condición de ignorantes de la realidad, poco intelectuales e increíblemente confundidos, dejaron que se regara la mala información y que los acabara. Ellos no supieron cómo ir y convencer a los locutores mercenarios —que abundan— y a los articulistas que se creen la gran cosa —se creen muy "valientes"— cuando lanzan sus plumillas mediocres para destruir todo aquello que venga del PAN. Sencillamente, los que sí pagan para que se digan las cosas a su favor, son los del PRI. Y los que escriben lo que de verdad creen, ¡están demasiado ocupados para ganar el sustento de todos los días!
Los del PRI tienen una gran experiencia. Son casi 100 años de dominar en México en todos los aspectos de la vida nacional. No sólo dominan en la cuestión de manejar el gobierno, sino que han practicado la manera de hacer leyes que sólo ellos entienden, porque son leyes que no tienen como objetivo primario mantener al país funcionando civilizadamente, sino puestas allí para aplicar según convenga a los gobernantes en turno.
La falta total de objetividad es la causa de que no pueda darse un entendimiento claro en el país. Ahora, todo lo que algunos buscan se ve como tendencioso o se plasma así por parte de quienes pueden tergiversar la realidad. Hoy tenemos un presidente de la república desprovisto de todo lo que podría hacer que el país avance. El "inteligente pueblo" le entregó a Calderón un congreso de enemigos. Estos enemigos van a oponerse en forma sistemática a todo lo que suene, aunque sea remotamente, a verdadera solución.
Las insoportablemente estúpidas intervenciones de los legisladores de "oposición" para "combatir" cuanta palabra pronuncian los miembros del gabinete, no buscan un debate limpio y transparente, sino oscurecer aún más el ambiente e impedir que la verdadera realidad sea conocida de todos. El objetivo final del legislador se cumple cuando lanza su palabrería. Ellos no son responsables, en sus puestos, de las consecuencias de sus acciones. En cambio, sí lo son los miembros del gabiente. Son los ecargados de ejecutar las acciones autorizadas o de dejar de ejecutar las no autorizadas. Los resultados se ven de inmediato.
El legislador de pantalla se para en la tribuna, y en el podio habla y hablotea, llena el ambiente de disparates y estupideces muy concretas, impidiendo en forma irremediable la clarificación de la realidad. El miembro del gabinete es insultado, rebajado, ridiculizado. Por desgracia, los mecanismos usados para ese rebajamiento son, en su gran mayoría, falsedades repetidas 1000 veces para provocar que parezcan verdades.
El país mexicano, en esa forma, no puede avanzar, porque su "clase política" —odiosa terminología de reciente creación— es infantil, traicionera, ridícula, rabiosa, chiqueada, destructiva, egocéntrica y brutalmente irresponsable. No están haciendo nada por México, sino por sus propios partidos.
Y, la verdad, entre esos partidos es el PAN y los miembros del PAN, cuando logran escapar de la confusión generalizada provocada por sus "colegas" de los otros partidos, que tratan de actuar a favor de México sin juegos o rodeos. Decir esto así no es lo acostumbrado: el articulista debe rebajar a todos por igual; el articulista mexicano "debe" contribuir a la confusión y esconder detrás de sus palabras lo que realmente está pasando.
Y lo que realmente está pasando es que el PAN ha sido dilapidado. Dentro del PAN también hay corrientes: unas convencidas de una tendencia, otras de otra. Esas corrientes han hecho aún más difíciles las cosas para todos. ¿Por qué Vicente Fox no sacó a todas las serpientes, alacranes, arañas, sapos y alimañas que avisó que pondría afuera? No lo hizo porque al estar en la silla presidencial, le aconsejaron que mantuviera la calma y no se sobrepasara en el uso del poder.
Cuando Ivonne Ortega "recuperó" para el PRI el gobierno de Yucatán, hizo exactamente lo que Fox y los panistas jamás se atrevieron a hacer: meter a la cárcel aún a sabiendas de que se tratara de inocentes. La Ortega metió a Guzmán a su celda y le hizo creer a todo mundo que había habido un "desfalco" de 500 millones. Todo fue propaganda política, de esa que Fox sí pudo haber usado, pero efectivamente metiendo a verdaderas alimañas a la cárcel. No lo hizo: le tembló la manó.
¡Se burlaron de él y de Martha! Ésta fue lo peor que le pudo haber pasado a México. Sucumbió ante su "Fundación México". De "pro grupos" de Yucatán le llegó el donativo que le partió la madre a la posibilidad de justicia en Yucatán. Y a nivel nacional se orquestó una asquerosa campaña en contra de Patricio Patrón —campaña que continúa en "El Universal" y el "Por Esto!".
Pero en Yucatán, ¿qué pasó con Patricio Patrón Laviada? ¿Por qué el PAN cayó estrepitosamente dejando en el poder a la doña que disfruta sólo el merequetengue, la farándula, la simulación, el dispendio, el juego mediático?
Allá están los yucatecos: les preguntamos y nos responden una sarta de estupideces que no tienen conexión alguna con la realidad. Pero es la información que "fluyó" por los "valientes medios". Y aquí sí están incluidos todos los medios de Yucatán: ni uno solo de los medios yucatecos se vio librado de la llegada del "maíz" corruptor, el que hace que se pudra la información y que sólo fluya la confusión con la mentira sustentada en pequeños parrafitos que tergiversan totalmente la realidad cuando así le conviene al redactor que ha recibido ya su componenda secreta, jugando con aclaraciones que no aclaran, sino que confunden más.
Aquí no estamos hablando de perfectos y malos. Aquí estamos hablando de imperfectos contra delincuentes. Delinquen en las campañas, en las elecciones, en los contratos a los proveedores, en los pagos a los proveedores, en las fiestas que organizan, en los préstamos que endeudan a la sociedad por décadas, en la manera de hacer legislación. Violan uno tras otro los estatutos del espíritu de las leyes: se burlan abiertamente de la sociedad y acaban con las fronteras entre los poderes. Violan la misma Constitución al gobernar, porque pisotean los derechos humanos básicos.
Y ahora, en 2009, ¡se presentaron como los de la "oferta del cambio"! Y los yucatecos salieron y asentaron su voto tricolor, creyendo ingenuamente —después de haber caído en las garras de la publicidad mentirosa y tergiversante— que un ex mapache electoral y una oscura arquitecta serían mejores que un incólume ex director de seguridad del estado y una mujer que, efectivamente, en donde sea que haya estado, sólo ha producido resultados positivos. ¡Ah, pero discuta usted y trate de exponer "la realidad"! Entonces le salen con las historias más falsas, además de estúpidas, ingénuas algunas y definitivamente idiotas otras.
Un panorama triste que sólo puede cambiar cuando acepten la luz los que se retuercern ahora en las tinieblas.