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Es el final de setiembre de 2009. Está ya transcurriendo el principio del tercer año de la administración de la auto llamada Nueva Mayoría. Se trata del grupo que alcanzó el poder con el favor de los electores del 20 de mayo de 2007.
¿Cuál ha sido el objetivo de este gobierno yucateco? Es decir, ¿qué buscan? ¿A qué le tiran? ¿Qué pretenden? ¿Cuál es su jugada?
Quien encabeza el ejecutivo se ha manifestado fuertemente sentimental en sus momento de comunicación a la ciudadanía. En cada informe ha manifestado un sentimiento que provoca en ella misma un llanto, que incluye lágrimas y quiebre de voz. Ella ha declarado que "Yucatán es la tierra en donde los sueños se hacen realidad".
¿Cuáles sueños? ¿Los sueños de quién se hacen realidad? "Los sueños", un concepto muy de moda en la modernidad de principios de siglo 21. "Tienes que soñar para lograr tus objetivos", dicen por ahí. Se usa mucho como paliativo cuando la vulgaridad llamada "mala suerte" da pena de usar. Quien ahora detenta el poder ejecutivo del estado de Yucatán se piensa a sí misma como una persona que ha logrado que "sus sueños" se hagan realidad. Es decir, ella soñó que sería gobernadora del estado de Yucatán, después de haber sido unos minutos diputada local, federal, senadora... y el tiempo completo, alcaldesa de su pueblo natal.
No. Ella no es culpable de lo que ella misma está haciendo como gobernadora. Ella está "jugando" a fondo al modo de su partido político. En los dos años concluidos ha logrado que Yucatán se vea endeudado en miles de millones de pesos, para pagar en decenas de años. Lo más triste es que en la promesa del pago de la deuda —que le cargará a otros sexenios— no hay una sola obra.
Pero eso se podría dejar de lado. La práctica política de quien ha realizado sus sueños en Yucatán, ordena que es necesario intimidar a los ciudadanos y a las entidades morales para que sólo se puedan anunciar en los semanarios, revistas, periódicos, programas de radio o de TV que hablen "bien" de la "Nueva Mayoría".
La descripción estrictamente objetiva de los hechos —costumbre muy arraigada en el equipo que formamos en A7— "no se vale". Hay que "adornar" los hechos, hay que omitir los juegos de presión: hay que mantenerlos bien resguardados de la consciencia de la gente en general. El ciudadano debe vivir en la "ignorancia feliz"... y, desde luego, creer con firmeza que "Yucatán es la tierra de los sueños".
Del aburrido pero cumplidor sistema de gobierno que sobrevive en el municipio de Mérida, los rabiosos que piensan que a la fuerza hay que decir algo "malo" —aunque sea inventado— del "otro" grupo, claman por "equilibrio". Y, señores, ¡crean que lo intentamos y podemos comprobar que lo hemos mantenido! Eso sí, no nos pidan que lancemos rumores —contra grupo alguno— porque no lo haremos jamás.
Aquí en A7 sólo se permiten hechos contundentes.
Y en forma contundente hemos descubierto que del mismo grupo político, Umán, una ciudad satélite de Mérida, ha sufrido los descalabros del sistema de gobierno que juega al "yo gané y aquí hago lo que quiera"... en fin, que es "su sueño" y que se lo dejen vivir como mejor se lo haya "imaginado" (soñado). Dos gobiernos calificados de "nefastos" por regidores que han vivido el desastroso descalabro, han sido todo lo que fue necesario para dejar en quiebra el gobierno de ese municipio.
Como en quiebra estuvo el país durante los últimos 40 de los 71 años del gobierno de "la fiesta", pero con invitados obligatorios.
Y el grueso de la ciudadanía, ¿qué opina? ¡No puede hacerlo, porque para opinar necesita tener información y eso es, precisamente, lo que en forma experta hemos cancelado en el país!