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México (21 de enero).- El surgimiento de los grupos de autodefensa en el país es un “mal necesario” y una opción “absolutamente legítima” ante la ineficiencia de las autoridades para brindarle paz y seguridad a la población, señaló Javier Sicilia, líder del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD).
Al participar en la presentación del informe #No+armas-#Nomoreguns –en el cual se detalla la forma en que llegan las armas de fuego de Estados Unidos a México prácticamente sin ningún control-, el poeta lamentó la “terrible paradoja” de que aunque la existencia de estos implementos genera más inseguridad, se han convertido en una alternativa necesaria para muchos ciudadanos.
“Si hubiese control de armas no tendríamos que tener una población en autodefensa. Pero si esto no lo están haciendo (las autoridades), ¿qué le podemos hacer? Ni modo, es un mal necesario, la gente tiene que defenderse”, lamentó.
Sicilia agregó que el recurso de los grupos de autodefensa “es absolutamente legítimo. Estoy en contra de las armas, pero estoy mucho más en contra de la indefensión. No se puede tolerar que en nombre de un gobierno que no ha cumplido su razón de ser, que es darle paz y seguridad a estos ciudadanos, la gente tenga que padecer que le maten a sus hijos, le secuestren a sus hijas, las violen y las descuarticen”.
El dirigente del MPJD recalcó: “yo estoy de acuerdo con que la gente se arme para defenderse.
Ni modo. Mientras no se limiten las armas, la población tiene que defenderse, por desgracia. O controlamos las armas y el Estado vuelve recuperar su condición de garante de la paz y la justicia o el único camino que le dejarán a la gente es la resistencia armada”.
En la presentación del informe -elaborado con base en filtraciones de la Oficina para el Control del Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego de Estados Unidos (ATF, por sus siglas en inglés)- se da a conocer una base de datos según la cual entre 2006 y 2010 ingresaron a México 2 mil 921 armas de fuego desde la Unión Americana, muchas de las cuales sirvieron para cometer diversos ilícitos.
Según el estudio, unas 60 mil armas al mes entran al país –a un ritmo de 2 mil diarias-, provenientes en su mayoría de las más de 9 mil armerías que hay tan sólo en la frontera sur de Estados Unidos.
La mitad de ellas (50.33 por ciento) fueron adquiridas en el estado de Texas, un tercio en Arizona (29.17 por ciento) y dos de cada cinco fueron incautadas después en Sonora y Tamaulipas.
De igual forma, el estudio señala que en el 40.5 por ciento de los casos las armas fueron decomisadas por razones de posesión ilegal y en 14 por ciento parece haberse demostrado el uso de la misma en un homicidio.
Además, la mayoría de las personas a las que les retiraron las armas eran jóvenes de entre 20 y 34 años.- (Agencias)