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México (10 de marzo).- La tensión al interior del PAN se ha mantenido entre los candidatos desde noviembre del año pasado, cuando Ernesto Cordero pidió a Gustavo Madero renunciar a la presidencia nacional del blanquiazul con el afán de iniciar una contienda equilibrada.
El 10 de enero, EL UNIVERSAL difundió una conversación en la que Ernesto Cordero proponía al diputado federal, Fernando Rodríguez Doval “hundir” a Gustavo Madero, así como al coordinador del PAN en la cámara de diputados, Luis Villareal, acusándolos de “ladrones”.
Jorge Villalobos, vicecoordinador de los diputados panistas, no tardó en responder que el grupo de Cordero buscaba “influenciar y desestabilizar” la unidad de la bancada blanquiazul en las Cámaras.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el 16 de enero, Ernesto Cordero señaló que “el gobierno se siente cómodo con Madero” y consideró que la cercanía del presidente blanquiazul con Enrique Peña Nieto sería un factora a su favor para buscar la reelección del partido.
El 18 de enero, Gustavo Madero llamó a resolver diferencias en el partido. Respecto al “ladrón” que le dedicó Cordero, aseguró: “he preferido aguantar el costo del desgaste personal que esas declaraciones me han ocasionado, porque elijo resolver nuestras divergencias dentro del marco institucional y democrático que guía la vida interna del partido”.
En Morelia, en el marco de la plenaria de Acción Nacional, Cordero y Madero se dieron la mano, antes de que comenzaran las labores de los senadores panistas. El gesto fue visto como “un saludo cordial y respetuoso” pero minutos antes, Cordero habría señalado a Madero por utilizar recursos del partido para promocionar su imagen de cara a las próximas elecciones internas.
En Febrero, se vio al ex presidente, Felipe Calderón, con Ernesto Cordero, quien fuera secretario de hacienda durante su sexenio. Este encuentro sirvió para confirmar que “corderistas y calderonistas siguen siendo un solo grupo y que buscarán arrebatar el partido a los maderistas”, de acuerdo con la columna Bajo Reserva.
A la defensa de Madero, el 12 de febrero, Luis Alberto Villarreal, quien también fuera acusado de “ladrón”, aseguró que Cordero y su grupo no son panistas de tradición y que sólo llegaron al partido para “conseguir chamba”. El día anterior, Ernesto Cordero había declarado que para la renovación de la dirigencia de Acción Nacional, Madero se encontraba en un “lejano tercer lugar”, en el orden de preferencias.
Dos semanas después, el 25 de febrero, el PAN lanzó su convocatoria para elegir la próxima dirigencia. Se firmó un de concordia, con el que se busca evitar las agresiones entre candidatos.
Al día siguiente, Ernesto Cordero solicitó licencia al Senado, con vistas a competir por la dirigencia del PAN.
A finales del mes, Josefina Vázquez Mota, ex diputada panista y aspirante al ejecutivo federal en 2012, se descartó de la contienda por la dirigencia de Acción Nacional, y aseguró no apoyar a ningún candidato en particular. Antes, se había especulado una posible alianza de Vázquez Mota con Manuel Oliva y Ernesto Cordero para quitar a Madero de la dirigencia blanquiazul.
La colaboración de Cordero y Oliva se materializó el 1 de marzo, cuando el senador con licencia y el ex gobernador de Guanajuato, anunciaron su participación conjunta para buscar la presidencia del partido y la secretaría general, respectivamente.
En marzo 2, Gustavo Madero pidió licencia a su cargo como presidente del partido para buscar la reelección.- (El Universal)