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MEXICO, D.F., 15 de marzo.- Su talento sobre el lienzo verde permitió a Rafael Márquez desarrollarse en ambientes futbolísticos donde la falta de pago a los jugadores provoca huelgas casi inmediatas. Es por eso que le duele lo sucedido en el Querétaro, el Puebla y hasta los Jaguares de Chiapas, cuyos elementos suelen sufrir para cobrar sus respectivos salarios.
Pero le lastima aún más la pasividad del gremio, incluida esa Comisión del Jugador a la que detecta múltiples falencias.
Serio, el capitán de la Selección Mexicana considera que el órgano presidido por Álvaro Ortiz tiene que “separarse de lo que es la Federación [Mexicana de Fútbol]... Eso es lo principal, además de que [se requiere] más unión [por parte de todos los jugadores]”.
“A veces, sí hay mucho temor de lo que pueda haber después, pero si en otros países pueden ¿por qué no hacerlo aquí en México?”, añade.
-— ¿Todavía existe miedo de posibles represalias de los directivos?
-— Hay bastante.
Lo que, desde su perspectiva, impide que los futbolistas, sin importar el circuito en el que juegan, conformen una asociación que realmente defienda los derechos de manera colectiva.
En cuanto a los Gallos Blancos, quienes carecen de recursos hasta para concentrarse y viajar, el Káiser de Michoacán advierte que es una “difícil situación, en la que sí hay ya una Comisión, pero —como lo vengo diciendo— no está fuerte como en otros países. Esperemos que no sean tan perjudicados y el día de mañana puedan tener garantías”.
Para que los problemas extra cancha se terminen. El zaguero sabe que es lo menos importante, mas considera que situaciones así lastiman la imagen de la Liga MX.
“Sí [la dañan]. Nadie quisiera tener este tipo de problemas y, lamentablemente, el Querétaro ya ha sufrido de esto en varios años, así es que ojalá sea la última”, desea.
Aunque asegura no estar completamente enterado del proceso, Jesús Martínez Murguía, presidente del León, solicita depurar la lista de requisitos para que alguna persona sea admitida como dueña de club en el fútbol nacional.
“Se tiene que apretar en ese sentido”, advierte. (El Universal)