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MÉXICO, D.F., 16 de marzo.- El refugio de los jugadores de Chiapas para salir del problema de la falta de pagos es lucirse ante rivales como el América.
Los Jaguares hicieron un partido decoroso y tuvieron la posibilidad de ganarlo pero al final cedieron un empate que de cualquier forma les sabe a miel porque suman dos jornadas sin perder.
El meollo del asunto sucedió con los defensas centrales. Cuando el partido estaba empatado a uno se soltaron las riendas y comenzó el bombardeo a balón parado.
Félix Araujo se sumó al ataque y entre Aquivaldo Mosquera y Juan Carlos Topo Valenzuela, se coló para rematar fuerte de cabeza.
Cuando la algarabía cundía en el equipo chiapaneco, el mismo Araujo falló en su marcación y esta vez El Topo Valenzuela le regresó la descortesía en el área y le remató al ganar la posición con lo que selló el empate en un partido movido, en donde las Águilas tuvieron más tiempo la pelota pero menos frescas las ideas.
Al América le costó anclarse en el partido, notorio en un equipo que de los últimos seis partidos apenas ha ganado uno y que echa de menos la sincronía en el campo que le dejó su anterior entrenador.
Tanto fue el malestar que Avilés Hurtado, un venenoso y talentoso jugador colombiano, les hizo pedazos casi todo el partido. Fue él quien puso el pase para que Lucas Viatri anotará el primer gol del partido al dejarle un balón raso y suave que conectó el argentino con una habilidad asombrosa para sacar un firme disparo al arco.
Aturdido, el América tuvo el mérito de devorar el terreno de juego y comerse al rival pero sin la profundidad necesaria para enamorar a su afición y ser diferente a otras presentaciones. Incluso, fue el juego donde menos oportunidades de gol tuvieron en la etapa de Mohamed con apenas cuatro disparos a puerta.
Aprovecharon el balón detenido. En un cobro de Rubens Sambueza se sumó al ataque Pablo Aguilar y desvió la dirección del esférico para empatar el partido a un gol.
El paraguayo celebró persignándose por las lesiones que dejó atrás y porque se ha vuelto titular en las Águilas, ante la mirada desconcertante de Francisco Maza Rodríguez que no fue tomado en cuenta.
Chiapas se parapetó y dejó que el América dominara pero lo cierto es que fue una guerrilla en el medio campo que se resolvió justamente con el empate. (Agencias)