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México (17 de marzo).- La decisión del gobierno federal de sumar a México a la lista de naciones que otorgan a los trabajadores un seguro de desempleo pierde apoyo del sector patronal y sindical, ya que la forma que se busca financiar, a través de la subcuenta de vivienda, no lo hace atractivo y disminuye la posibilidad de contar con mejores créditos de vivienda.
De 144,000 millones de pesos, que actualmente recibe el IMSS por concepto de aportaciones patronales, 60% (86,000 millones) estaría en riesgo si se aprueba esta ley en los términos que se encuentra actualmente.
“Al perder 86,000 millones de 144,000 disponibles, quedarán tan sólo 58,000 millones disponibles para la vivienda en este país, para los trabajadores del apartado ‘A’”, explicó Arturo Alcalde Justiniani, abogado laboral, asesor de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) y representante legal de diversos sindicatos, entre ellos, pilotos y sobrecargos.
Asimismo, entre las dificultades que observan los trabajadores del sector privado del país es que la confiscación de más de la mitad del patrimonio de la Subcuenta de Vivienda “es infame: sólo en el IMSS están inscritos 16 millones 362,732 trabajadores, de los cuales 86.3% es permanente”.
El dinero disponible para producir vivienda ha venido a la baja y la cartera de créditos de construcción se ha venido contrayendo. En el 2008 el financiamiento neto para la producción de vivienda era de 110,000 millones de pesos y para este año es de 70,000 millones de pesos; ha caído 40,000 millones de pesos.
Tanto sindicatos afiliados a la UNT -800,000 trabajadores- como el Congreso del Trabajo -más de 1 millón- están en contra de la medida que ya fue aprobada en comisiones unidas de Hacienda y Seguridad Social en la Cámara de Diputados y se prevé que el próximo martes sea parte del orden del día que discutirán en el pleno los legisladores.
El CT presentó el documento “Impactos sobre el financiamiento del seguro de desempleo”, en donde pidió buscar otras alternativas de financiamiento, “de tal forma que el costo no recaiga sólo en los ingresos y prestaciones de los trabajadores, menos aun en su fondo de vivienda, que es una conquista que no se puede canjear, y menos para cubrir aspectos políticos”.
En tanto, en el documento de la UNT, destacaron: “Manifestamos nuestro desacuerdo con el propósito de que el trabajador que sufra la pérdida de su trabajo y se vea en la necesidad de acogerse al seguro de desempleo termine utilizando obligatoriamente y al margen de su voluntad sus propios recursos originalmente destinados para la adquisición de vivienda”.
En el país, de acuerdo con datos del INEGI, hay 2.6 millones de desempleados en el país.
Cotizaciones de por lo menos 104 cotizaciones semanales en un periodo no mayor a 36 meses, computadas a partir de enero del 2013.
Haber permanecido desempleado al menos 45 días naturales consecutivos.
No percibir otros ingresos económicos por concepto de jubilación o pensión.
Acreditar el cumplimiento de los requisitos comprendidos en los programas de promoción, colocación y capacitación a cargo de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
Declarar, bajo protesta de decir verdad, que no realiza por cuenta propia alguna actividad que le genere ingresos.
¿Cómo se pagará el seguro de desempleo?
El seguro consistirá en un máximo de seis pagos mensuales, divididos en dos etapas:
Un monto establecido con base en el promedio de las últimas 24 cotizaciones, correspondiente a 60% para el primer pago y 50% en el segundo pago.
Para los cuatro pagos siguientes, el monto mensual será equivalente a 40% del salario promedio antes descrito.
Después de que en su Plan Financiero 2014 el Infonavit explicara que el seguro de desempleo afectaría la gestión de este instituto, el Fondo de Vivienda informó que este producto es financiera y operativamente viable.
“Frente a una eventual aprobación del seguro de desempleo por la Cámara de Diputados, el Infonavit será capaz de cumplir sus mandatos con eficiencia, manteniendo su sólida posición financiera y cubriendo las necesidades de vivienda de los trabajadores afiliados para la adquisición o mejoramiento de una casa”, detalló el Instituto a través de un comunicado de prensa.
En el documento explicó que la póliza sí permitirá satisfacer 100% la demanda de vivienda de los trabajadores que actualmente no han solicitado un crédito, al tiempo que se ofrecerá un nuevo beneficio a través del seguro de desempleo.
Actualmente, 5.2 millones de trabajadores cuentan con un crédito del Infonavit, mismos que no se verán afectados por la implementación de este seguro, por lo que 5% de las aportaciones patronales continuará amortizando su crédito, explicó el Fondo.
La propuesta del Ejecutivo es que de 5% de las aportaciones que los patrones realizan a la subcuenta de vivienda de sus trabajadores, 3% se envíe a una subcuenta mixta que servirá para financiar el seguro.
Para este beneficio, el gobierno federal únicamente aportará 0.5% del salario base de cotización del trabajador.
El Infonavit estima que esta póliza otorgará apoyos que sumarían entre 15,000 y 20,000 millones de pesos anualmente, lo anterior dependiendo del nivel de desocupación en el país.
Los señalamientos mencionados por el Instituto difieren con lo indicado en su Plan Financiero 2014, donde explica que este beneficio sí tendría efectos y provocaría ajustes en su esquema de operación.
Por ejemplo, el documento dice que esta póliza provocará que se aplace la implementación de iniciativas para atender a las personas que forman parte de la economía formal pero no cuentan con financiamiento de vivienda.
Además, destacó que se realizarían ajustes estructurales en las áreas de tesorería, riesgos, inversiones, recaudación fiscal y tecnologías, con el propósito de implementar eficazmente la nueva realidad del Instituto.
Destacó que se limitaría la rentabilidad a la subcuenta de vivienda y se haría aun más necesario implementar un nuevo régimen de inversiones, además de que realizaba tareas para fortalecerse. - (El Economista)