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WISCONSIN, EE.UU., 25 de junio.- Un grupo de astrónomos estadounidenses identificó la estrella más fría y más débil hasta ahora conocida. El remanente solar es tan frío que su carbono se cristalizó, formando en el espacio un diamante del tamaño de la Tierra y con una masa similar a la de nuestro Sol.
Según explicaron los expertos, su debilidad se debe a que se le ha agotado el combustible nuclear. Este es también el motivo por el que ha ido reduciendo su tamaño desde el millón y medio de kilómetros de diámetro hasta los poco más de 12,000 del diámetro de la Tierra.
El camino hacia este descubrimiento, publicado en Astrophysical Journal, comenzó cuando el investigador Jason Boyles identificó lo que los astrónomos llaman un pulsar de milisegundos en la Constelación de Acuario. Este objeto, llamado PSR J2222-0137, gira a más de 30 veces por segundo y su orientación es tal que, a medida que gira, un haz a partir de su polo magnético pasa repetidamente por la Tierra, dando lugar a baches regulares de ondas de radio.
Las observaciones también revelaron que este pulsar está gravitacionalmente unido a una estrella compañera: las dos se orbitan una alrededor de la otra cada 2.45 días. Parece ser que la otra estrella es también de neutrones o, más probablemente, una enana blanca muy fría.
Por las características encontradas se calcula que este pulsar se compone en su mayoría de carbono y oxígeno, de ahí su aspecto de enorme diamante.
Los expertos precisaron que la estrella nació muy temprano en la historia de la Vía Láctea, y que poco a poco fue volviéndose débil y fría, hasta la actualidad.
Así, en un hallazgo sin precedente científicos de la Universidad de Wisconsin-Milwaukee identificaron lo que se considera la estrella enana blanca más tenue y fría detectada.
Se trata de un remanente estelar tan frío, que su carbono está cristalizado, es decir, es un diamante del tamaño de la Tierra.
Utilizaron una red de observatorios y telescopios para descubrir el distante y elusivo objeto que está en órbita alrededor de un pulsar a 900 años luz, en la Constelación de Acuario.
La detección se logró después de una observación de dos años, aplicando la teoría de la relatividad de Einstein, que dice que la luz se desacelera en la presencia de un campo gravitacional— lo que permitió determinar la existencia de la enana blanca.
5 Características:
1. “Es un objeto realmente extraordinario”, comentó en un comunicado David Kaplan, el director del estudio y profesor de dicha universidad. “Estas cosas deberían estar allá afuera pero, debido a que son tan tenues, es muy difícil encontrarlas”.
2. Está compuesta en su mayoría de carbono y oxígeno y, a lo largo de miles de millones de años, se van enfriando y atenuando.
3. Tiene la misma edad que la Vía Láctea, alrededor de 11 mil millones de años.
4. Los pulsares, por su parte, son de neutrones (el remanente superdenso de estrellas masivas que explotaron como supernovas). A medida que giran, sus poderosos polos magnéticos emiten ondas de radio que se extienden como la luz de un faro a lo largo y ancho del espacio. Cuando estas ondas pasan por la Tierra, los telescopios pueden detectar su pulsación, que se escuchan como sonidos intermitentes en periodos regulares.
5. Las primeras observaciones ocurrieron cuando Jason Boyles, entonces estudiante de posgrado en la Universidad de West Virginia, identificó un pulsar a través del telescopio Green Bank (GBT), al que llamó PSR J2222-0127.
Encontró que el pulsar giraba a más de 30 revoluciones por segundo y que estaba gravitacionalmente ligado a otra estrella compañera, en la Constelación de Acuario, a 900 años luz. (Agencias)