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Guadalajara(4 de enero).- Es común leer y escuchar que Lionel Messi y Cristiano Ronaldo pertenecen a “otra época”, aunque en realidad nunca se había vivido en la historia del futbol una lucha encarnizada así por el trono mundial entre dos jugadores contemporáneos, y menos tan radicalmente enfrentados y diferentes.
Con el Balón de Oro 2014 a punto de entregarse el próximo lunes 12 de enero, se enaltecen y sulfuran las comparaciones entre los tres finalistas a llevarse el reconocimiento como Mejor Jugador del Mundo, y aunque el arquero alemán del Bayern Munich, Manuel Neuer, tiene sus posibilidades para conseguirlo, las miradas furtivas se centran entre “la Pulga” y CR7, quien funge como el máximo favorito. No es coincidencia ni malicia, sino que los últimos seis Balones de Oro han sido repartidos entre Messi (con cuatro) y Cristiano (con dos).
El año pasado fue considerado por sus críticos como uno de los más flojos en el rendimiento del argentino, y para su contraparte, como el mejor en la carrera del portugués, según las propias palabras del astro del Real Madrid. Sin embargo, al cerrar las cuentas individuales, el rendimiento goleador entre ambos no fue tan disparejo como sí lo fueron los resultados de sus equipos. El “10” del Barça terminó con 58 anotaciones en 66 partidos, por 61 tantos del “7” blanco en 60 juegos disputados.
La principal polémica que se levantó al iniciar la actual temporada surgió por la cantidad de penaltis cobrados a favor del Real Madrid (nueve anotados por Cristiano Ronaldo, siete en Liga y dos en Champions, además uno fallado en la competencia continental), mientras que Messi erró la única oportunidad de que dispuso.
Quizá lo más llamativo de esta formidable rivalidad entre Lionel Messi y Cristiano Ronaldo es que tanto su imagen deportiva como personal es radicalmente opuesta.
Vaya haciendo la suma: uno es americano y el otro europeo, uno juega para el Barcelona y el otro para el Real Madrid, uno es la imagen futbolística de Adidas y el otro de Nike, uno es canterano y el otro es oficialmente el fichaje más caro de la historia del futbol, uno celebra sus goles abrazando a sus compañeros y el otro los festeja para sí mismo (señalando su muslo, calmando a la gente, presumiendo sus músculos, gritando que él está ahí o últimamente brincando y girando sobre sí a la espera de que sus compañeros lo feliciten), uno no le da mayor importancia a su peinado y para el otro es clave el lucimiento físico personal, uno es explícitamente zurdo y el otro es extraordinariamente ambidiestro, uno es chaparro y el otro es alto, se rumora con fuerza que a uno le fue diagnosticado de niño el Síndrome de Asperger (un grado de autismo) y el otro sufre cuando no es la atracción principal; pero finalmente, y aún más trascendente, que uno busca ser el mejor futbolista de la historia y el otro desea ser el mejor jugador del mundo.
Lo increíble es que si pasan dos partidos sin anotar, se habla de crisis. Lo mejor es, simplemente, disfrutarlos.
El argentino se convirtió en el máximo anotador en los Clásicos ante el Real Madrid (con 21 goles tras un triplete en el Santiago Bernabéu en la victoria culé en marzo por 4-3), en el máximo anotador de los Derbis catalanes ante el Espanyol (con un “hat-trick” en la goleada por 5-1 en el Camp Nou en diciembre llegó a 12 tantos marcados a los Periquitos), y se erigió en marzo como el máximo anotador en la historia del Barcelona, superando el registro de 369 goles totales de Paulino Alcántara, con tres tantos marcados en el 7-0 al Osasuna, para llegar entonces a 371 goles contando amistosos, aunque de momento ya suma 377 dianas sólo en juegos oficiales con el Barça, 405 contando amistosos.
Pero el principal récord de Messi en España llegó ante el Sevilla el 22 de noviembre de 2014 en el Camp Nou, con otro triplete en la goleada por 5-1, que lo convirtió en el máximo goleador en la historia de la Primera División ibérica, superando los 251 tantos del mítico Telmo Zarra, llegando entonces a 253 anotaciones. Hasta hoy, “la Pulga” lleva el registro en 258 goles.
A nivel europeo, el argentino se convirtió en el máximo goleador de la Champions League el 26 de noviembre de 2014, tras marcar de nuevo un triplete en la goleada 4-0 sobre el APOEL en Chipre, para superar los 71 goles del ex capitán del Real Madrid, Raúl González Blanco, llegando ese día a los 74 tantos, y todavía después marcaría al PSG para dejar por el momento la cifra en 75 dianas.
CR7 también superó al “Ángel de Madrid”, y ya tiene 72.
Cristiano Ronaldo comenzó el 2014 recibiendo en enero el Balón de Oro 2013, y se coronó la temporada anterior como el máximo goleador de la Primera División en España con un total de 31 anotaciones, que le sirvieron para conquistar su segundo Pichichi y su tercera Bota de Oro de la UEFA, igualando el récord continental de Messi, aunque compartida esta vez con el uruguayo Luis Suárez, quien marcó los mismos 31 goles con el Liverpool en la Premier League.
Con los 25 goles que CR7 lleva tras 15 partidos disputados por el Real Madrid en esta edición de la Liga, el luso destrozó todos los registros históricos para un arranque de campaña en España, y no sólo es el evidente favorito para conquistar su tercer Pichichi y alcanzar los mismos que ostenta Messi, quien lleva 15 goles en 16 juegos del Barcelona, sino que si mantiene el ritmo goleador hasta el final podría superar el récord de una sola edición con 50 tantos marcados por el argentino en la temporada 2011-2012.
El portugués se consagró en la campaña 2013-2014 como el máximo goleador de dicha edición de la Champions League, imponiendo un nuevo récord de 17 anotaciones, dejando atrás el registro de 14 dianas que Messi había establecido en la 2011-2012.
Para coronar la pasada temporada, Cristiano fue laureado como el Mejor Jugador de la UEFA 2014, imponiéndose entre los tres finalistas a Manuel Neuer y al holandés Arjen Robben.
A nivel de clubes, los Merengues levantaron por primera vez en su lustrosa historia cuatro títulos en un mismo año: Copa del Rey, la añorada Décima Champions League, Supercopa de la UEFA y el Mundial de Clubes; mientras que el Barcelona se quedó con las manos vacías en el 2014.
Pero a nivel Selección y en año mundialista, la balanza se inclinó a favor del capitán de la Albiceleste, pues pese a no brillar como se esperaba, Messi llegó a la Final de Brasil 2014, anotando cuatro goles, con cuatro distinciones como MVP en el camino y se terminó llevando, muy a su pesar y disgusto, además de la controversia generalizada por su elección, el Balón de Oro de la Copa del Mundo. Del otro lado, el capitán de Portugal se constituyó junto a su equipo como la gran decepción del torneo más importante del planeta, cayendo eliminados en fase de grupos, vapuleados en su debut por la Mannschaft de Neuer, y cerrando su participación el astro luso con apenas con un gol anotado.
El arranque de la temporada 2014-2015 encendió más fuerte que nunca la rivalidad entre ambos, que además coincide con una nueva posición táctica de cada uno en sus respectivos clubes.
Mientras el técnico del Real Madrid, Carlo Ancelotti, centró y acercó más al área a Cristiano Ronaldo; el nuevo estratega del Barcelona, Luis Enrique, retrasó a Messi más hacia el centro del campo.
A final de cuentas, ambos equipos juegan para sus respectivos astros. Pero también ambas figuras respaldan a sus compañeros con asistencias. CR7 lleva esta temporada 11 pases para gol (ocho en la Liga española, una en la Champions League y dos en el Mundial de Clubes), mientras Messi ha repartido nueve (siete en Liga y dos en Champions).- (Agencias)