México (19 de junio). — Los partidos políticos nuevos tienden a debutar con el pie izquierdo, pues en su primera elección suelen no superar la prueba de las urnas de conseguir el mínimo de votos necesario para seguir con vida.

De los 14 partidos nuevos que se crearon de 1990 a 2012, solo cuatro lograron mantener el registro: el Partido Verde (PVEM), Movimiento Ciudadano (antes llamado Convergencia), Nueva Alianza (Panal) y el Partido del Trabajo (PT), que actualmente está en riesgo de desaparecer y espera que los tribunales resuelvan lo contrario.

De los 10 restantes, uno obtuvo el registro en tres ocasiones y lo perdió en igual número de veces, el Demócrata Mexicano (PDM); otros tres sobrevivieron su primera elección pero no la segunda (Sociedad Nacionalista, Alianza Social y Socialdemócrata), y seis más tuvieron debut y despedida, es decir, obtuvieron el registro, lo perdieron a la primera oportunidad y no volvieron a crearse.

Se trata de los partidos Revolucionario de los Trabajadores (PRT), de Centro Democrático (PCD), Democracia Social, México Posible, Liberal Mexicano (PLM) y Fuerza Ciudadana. Este último es el único que se mantiene como asociación civil con proyectos de apoyo a los derechos de los jóvenes.

A ellos este año se les puede sumar el Partido Humanista, que en las votaciones del pasado 7 de junio solo ganó 2.14% de los sufragios válidos y ya reconoció que consiguió resultados desfavorables.

Las ‘barreras’ legales y políticas

Hasta la reforma político-electoral del año pasado, el mínimo de votos que debía ganar un partido era 2% del total de una elección federal. Con la reforma, ese umbral subió a 3%, lo que elevó las exigencias para los nuevos partidos.

Para Eduardo Huchim, exconsejero del Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF), el principal problema que enfrentan los partidos de nueva creación, además del nuevo mínimo de votos requerido, es que no infunden ánimo en el electorado.

“En esta creación de nuevos partidos si bien cumplen los requisitos solicitados en la ley, lo cierto es que no están insertos o no logran insertarse en la sociedad ni en el ánimo del electorado. (Esto) tiene como consecuencia que no se vote por ellos y no de manera suficiente para darles un porcentaje que ciertamente es bajo: el 3%”, dijo.

De hecho, las organizaciones que aspiran a ser partido deben superar barreras de entrada, como tener por lo menos 0.26% de afiliados respecto al electorado de la elección federal anterior o como organizar una asamblea nacional, explicó en entrevista el consejero del IEDF Yuri Beltrán Miranda.

“Ahorita el requisito es tener 3,000 militantes en 20 entidades de la República, hay partidos que lo consiguieron. Después de eso, tienes en cada elección que ir cumpliendo con los requisitos, y nuestra ley electoral ahora te exige tener el 3% de la votación válida en una elección. Entonces, hay dos partidos políticos nacionales que están emproblemados con ese tema”, detalló.

¿Requisitos razonables?

Para el consejero, los requisitos para crear partidos y que éstos se mantengan son razonables porque, en México, las organizaciones políticas se financian con dinero público y eso tiene un impacto para el erario.

“Los sistemas electorales que dan financiamiento público a los partidos políticos tienen que poner particular cuidado en las barreras de entrada y de salida. Si tienes un sistema electoral sin financiamiento a partidos políticos, no te afecta que tengas 48 partidos políticos contendiendo; pero si tienes un sistema como el nuestro, que les dan dinero público a los partidos, tiene mucho sentido que sea una cosa controlada quiénes entran y quiénes salen”, dijo.

Los tres partidos que obtuvieron su registro en 2014 consiguieron para este año 120.9 millones de pesos de prerrogativas. Además del Partido Humanista, se trata de Morena y del Partido Encuentro Social (PES), que sí conservaron registro, Morena con alrededor de 8% de la votación y el PES con poco más de 3%.

Tras las elecciones y ante el bajo porcentaje de votos obtenido por el PT y el Humanista, el INE designó interventores para la observación de sus finanzas. Esa es la última parte previa al proceso de liquidación, que comenzará hasta que los tribunales den el visto bueno.- (CNN)