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México (5 de enero).-
En el cruce de Plan de San Luis y Elba hay decenas de personas formadas para pasar los trámites y ser choferes de un vehículo Uber. El factor común es que todos tienen padrino: un socio-dueño de un auto que paga su acreditación en más de 500 pesos. Si reprueba, el socio pierde el dinero y al conductor. En su desesperación llegará una persona que le “venda” un chofer por dos mil pesos.
La historia la cuenta Luis Hernández, uno de los socios de Uber, quien desde un nombre falso “por miedo a perder su dinero”, pide a las autoridades que se empiece a regular con celeridad el sistema, un pendiente en el Congreso de Jalisco.
Luis invirtió en dos autos que le costaron 160 mil pesos cada uno. Uno lo manejaba él y otro su hermano. “Pero luego los dos encontramos trabajo y quisimos que alguien los trabajara. Ahorita ya no se puede (conseguir un chofer)… está lleno de coyotes”.
El sistema funciona de la siguiente manera: todos los conductores deben acreditarse, y esto tiene un costo a cargo del socio. Si el chofer reprueba en la primera instancia, el costo se incrementa en la segunda oportunidad, todo con cargo al bolsillo de los inversionistas. “La empresa Uber nunca pierde”, dice el joven de casi 30 años.
Cuando el socio perdió el dinero y se quedó sin choferes, a las afueras de las oficinas ubicadas en la Colonia Mezquitán Country se acercan los intermediarios. “¿Quieres choferes? Yo tengo uno por dos mil pesos”, ofertó Jorge Amezcua a un reportero de esta casa editorial, quien confirmó la historia de Luis. El intermediario de una empresa respondió que tenían 14 automóviles y andaban contratando choferes, pero si una persona era socio de Uber se le podía vender a uno de sus conductores por dos mil pesos. “Si quieres ser nuestro chofer yo te pago una lana semanal, cada viernes te puedo pagar mil 600 pesos si tú facturas un mínimo de mil pesos diarios”.
Luis añade que las presiones de la regulación gubernamental han ocasionado que Uber empiece a cobrar más porcentaje de dinero por viaje, entre 20% a 25 por ciento. Además, hoy se permiten automóviles modelo 2007 cuando anteriormente el límite era 2010.
Sobre las denuncias, Luis de Uriarte, vocero de Uber, niega el déficit de choferes y descarta que comiencen a operar con los vicios de taxis tradicionales, a través de terceros. “El socio con más autos no alcanza a tener el 0.4% de los coches activos en la plataforma”.