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México (6 de enero).-
José Antonio Meade, titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), aseguró que dará seguimiento a los 2 mil millones de pesos destinados a estados y municipios como parte del Fondo de Aportaciones para Infraestructura Social (FAIS) para reducir la pobreza, que fueron usados en proyectos que no tuvieron incidencia directa en esa problemática.
Este martes, en conferencia de prensa, Meade comentó que está la espera de los resultados de las revisiones hechas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), correspondientes a 2014.
“Se le dará seguimiento en la Auditoría Superior de la Federación a cualquier desvío que se hubiese realizado”, expresó.
Ayer, REFORMA publicó que al tercer trimestre del 2015, el 4 por ciento de los 51 mil millones ejercidos del FAIS, más de 2 mil millones de pesos fueron para proyectos sin incidencia directa, y entre las 22 entidades que los destinaron para otros fines, sobresalieron las entidades de Estado de México, Guerrero y el Distrito Federal con mayores montos.
El Edomex destacó con 974 millones de pesos en la compra de software para la Tesorería municipal, programas de desarrollo institucional, instalación de “tecnologías interactivas” y la construcción de banquetas.
Meade mencionó que al cierre de 2015, la Sedesol ejerció 58 mil millones de pesos y justificó que los 2 mil millones ejercidos en proyectos no vinculados a la reducción de la pobreza obedeció a que todavía en el 2014 fueron modificadas las reglas de operación a raíz de que no estaban precisados los rubros de infraestructura social, por lo que aún le falta trabajar más en capacitación.
“Hace apenas dos años, se cambió la Ley de Coordinación Fiscal para permitirle a la Sedesol rectoría respecto al ejercicio de estos recursos y la elaboración de aquellas obras que tendrían impacto en indicadores”, expuso.
El funcionario sostuvo que derivado de que el monto del FAIS aumentará a 61 mil millones de pesos, la Sedesol buscará por la vía de la capacitación, comunicación y mejores espacios de diálogo que los recursos se destinen en su totalidad a inversión en aspectos que incidan en los indicadores de pobreza.