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Bogotá (7 de enero).-
América Latina es la región más mortal para activistas de derechos humanos y decenas han muerto defendiendo los derechos por la tierra, el medioambiente y la comunidad homosexual e indígena, dijo este miércoles un grupo activista.
En los primeros 11 meses del 2015, 156 defensores de los derechos humanos en todo el mundo fueron asesinados o murieron mientras estaban detenidos, un alza de casi un 15% desde el año previo. Más de la mitad de las muertes ocurrieron en América Latina y solo en Colombia se produjeron 54 asesinatos, según el reporte de Front Line Defenders.
“Defender los derechos humanos en América Latina siguió siendo extremadamente peligroso y la criminalización de los movimientos de derechos humanos y protesta pacífica persistió. El tema más preocupante continúa siendo la violencia extrema”, dijo el grupo, con sede en Dublín, en su reporte.
Fuera de América, Filipinas fue el país con peor registro, con 31 asesinatos de activistas de los derechos humanos, según el reporte.
La persecución y acoso de los activistas en todo el mundo incluyó amenazas de muerte, detenciones arbitrarias, agresiones físicas, brutalidad policial, y violación de domicilio y oficinas.
“Se está usando cada vez más frecuentemente la violencia extrema (contra los activistas) en más países, mientras que las denuncias fabricadas y los juicios injustos se han convertido en una norma en muchas partes del mundo”, dijo Mary Lawlor, directora de Front Line Defenders, en el lanzamiento del reporte en Dublín.
Además de los agentes estatales, las empresas y grupos paramilitares eran los responsables de muchos casos de agresiones e intimidación contra activistas, según el reporte.
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En América Latina, quienes corrían mayor riesgo eran activistas que defendían los derechos por la tierra ante grandes proyectos mineros y de tala de árboles, con frecuencia en zonas pertenecientes a grupos indígenas, especialmente en partes de América Central, Colombia, México, Perú y Ecuador.
En Brasil, el reporte dijo que los activistas de derechos humanos y líderes indígenas de las comunidades Ka’apor y guaraníes-kaiowas eran blanco de compañías de tala que operan ilegalmente en la selva amazónica y de agricultores locales que reclaman derechos sobre áreas reconocidas como tierra ancestral indígena.
El reporte halló que activistas por los derechos de las personas lesbianas, gay, bisexual, transgénero e intersex (LGBTI) representaban el 15% de los 87 asesinatos contra activistas en América Latina, en particular en Honduras, siendo el segundo grupo más afectado en la región luego de los defensores de los derechos por la tierra y el medioambiente.
El reporte dijo que la impunidad de los responsables de los ataques contra activistas de derechos humanos globalmente continuaba siendo “descontrolada” y las autoridades “no mostraban ningún interés o disposición de buscar justicia”.- (Agencias)