México (5 de enero).-

Las fiestas decembrinas están por terminar y es la Rosca de Reyes la que las cierra con broche de oro. Sí, este manjar horneado es muy delicioso por sí solo, pero requiere de una dulce bebida caliente para potencializar aún más su sabor. En México es una tradición disfrutar de la rosca con un chocolate o un atole, pero hay una gran variedad de técnicas y sabores que aquí te decimos cómo prepararlas desde casa.

El clásico chocolate que hace tu abuelita que es con una tableta de sabor amargo y el molinillo de madera para darle un toque espumoso lo puedes complementar con malvaviscos, pequeños bombones de sabores que le dan cremosidad a tu bebida, incluso hay varios saborizantes de menta, yerbabuena, coco y canela que se adquieren en tiendas de especias o especiales de materias primas para pastelerías y cafeterías, esta infusiones le darán un gran personalidad a tu chocolate para disfrutarlo con la Rosca de Reyes.

Si deseas algo muy tradicional, en Oaxaca el chocolate se acostumbra a beberse en agua, sí, no va con leche, su sabor primordial es la combinación del cacao con el agua, una tradición prehispánica y deliciosa. No hay nada mejor que consumir el que se hace en esta ciudad mexicana, pero en casa también lo puedes hacer de una manera muy sencilla. Lo ideal sería que en un metate o molcajete machacáramos cacao, canela, piloncillo y mantequilla hasta que quedara una pasta y a esta darle forma de tablilla o tableta, si tienes el tiempo, adelante, pero si no, basta con comprar la tablilla en la tiendita de la esquina o el supermercado.

Lo demás es aún más sencillo, primero tienes que hervir agua en un recipiente y luego verter el chocolate y cuando notes que el líquido tomó una consistencia más espesa, inmediatamente agrega más agua y después utiliza el molinillo para batirlo y que la espuma salga a flote, eso indicará que ya está, si quieres darle un toque más fuerte añade tequila, mezcal o aguardiente.

La variedad

Hay de atoles a atoles, los más tradicionales se consumen en la Ciudad de México y Oaxaca y los hay de muchos sabores, los principales son de guayaba, piña, cajeta y chocolate, pero hay una variedad enorme de ellos. En Guadalajara por ejemplo, el atole más popular es el llamado champurrado que su ingrediente principal es la masa de maíz que le da una consistencia muy cremosa, pero también hay otros aún más artesanales que se hacen con agua.

Un atole chilango, por ejemplo, lleva leche, masa, agua, un poco de carbonato, azúcar y el sabor que queramos darle, ya sea piña, guayaba, fresa, cajeta, de preferencia que sea la fruta natural. La masa se revuelve con el agua, hay que colarla y después ponerla hervir, añadimos nuestro saborizante y el azúcar, luego viene un poco de leche y el carbonato, esta mezcla tiene que hervir lo suficiente y listo, tenemos un delicioso atole para nuestra Rosca de Reyes.

El champurrado lleva leche, masa, canela, una tablilla de chocolate y azúcar. Para la preparación tienes que hervir la leche con la canela y revolver la masa con el agua, después colarla y verterle la leche caliente, acto seguido agregas la tablilla de chocolate y el azúcar al gusto, utiliza un cucharon para que no se pegue en la olla el champurrado, bátelo continuamente hasta que esté en su punto.

Si no quieres complicarte tanto, en los supermercados también se vende atole en polvo de fécula de maíz con sabores muy clásicos como fresa, vainilla y chocolate, solo basta hervir leche en un recipiente y si es de tu preferencia añadir una varita de canela, agregar la fécula y azúcar al gusto y listo. Si el atole lo quieres con almendras utiliza fécula natural sin saborizante, agrega canela molida y en la licuadora tritura aproximadamente 250 gramos de almendras.