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México (20 de diciembre).-
Javier Duarte derrochó dinero en fiestas privadas, centros comerciales o para asistir al cine o espectáculos.
Así lo revelaron los guaruras de exgobernador de Veracruz a Reforma, a quien detallaron que esos gustos excesivos los realizaba en la Ciudad de México porque “no lo identificaban tanto”.
Pero no sólo Duarte movilizaba al equipo de seguridad para complacerse en extravagancias también su esposa, Karime Macías caía en excesos como viajar desde Veracruz a la Plaza Antara, en Polanco, para sus visitas a un salón de belleza.
“La señora iba dos veces al mes a la Ciudad de México para su peinado y su manicure. Esas cosas nos molestaban a nosotros. Usaban un avión del estado para uso personal. El jefe (Duarte) muchas veces se fue a Europa en el Tajín, también a Estados Unidos se llevaba la familia”, comentó un escolta del primer círculo del exmandatario estatal, consultado por el mencionado rotativo.
Incluso, relatan que en alguno de sus viajes, “Diamante” y “Esmeralda”, -los indicativos de Duarte y su esposa-, acudieron a la obra de teatro de “El Rey León” y compraron hasta 20 filas de lugares ¡para sus familiares y amigos!
“A Duarte le gustaba más estar en la Ciudad de México porque no lo identificaban tanto, iban mucho a la Plaza Antara, iba en la tarde-noche, cuando había menos gente”, relató otro de los guaruras.
En Polanco, los restaurantes que más visitaban era Estoril y los tacos del Tizoncito de Moliere, antes de que Duarte se pusiera a dieta.
“Acudía a comer en la Ciudad de México a la Fundación Colosio, Casa Portuguesa. Cuando venía se reunía en privado con sus amigos Moisés Mansur Cisneyros”, contaron los guardaespaldas, quienes abundaron que “en el departamento de Jaime Porres, en Polanco, nosotros estuvimos en fiestas en donde el jefe llegaba a las seis de la tarde y salía hasta las seis de la mañana hasta el full, no podía ni sostenerse.
“O iba al rancho de Moisés a la salida a Toluca, donde venden fresas, ahí la señora iba a montar a caballo”, recordaron lo escoltas.
Sobre los excesos de Karime, los guaruras aseguran que del erario se tomó para satisfacer su hobby que es la equitación.