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Bajo amenazas de muerte, el actual candidato del PRI-PVEM al IV Distrito Federal, Rolando Zapata Bello, obligó al entonces presidente del Consejo Electoral del X Distrito Estatal —licenciado en derecho Luis Manuel Mena Godoy— a violar los paquetes electorales abriéndolos y anulando votos a favor del PAN en las elecciones locales en mayo del 2001. (Ver video sobre este tema.)
En ese distrito el resultado del cómputo había favorecido a la candidata del PAN, Lizbeth Medina Rodríguez.
En un escrito que Mena Godoy dirigió al Tribunal Electoral del Estado, explicó que había recibido presiones e intimidaciones por parte de los diputados locales Verónica Farjat Sánchez de Camino y Rolando Zapata Bello para que modificaran las actas de votación.
En una nota publicada en el Diario de Yucatán de fecha 7 de junio de 2001, se relató una síntesis de la carta que a continuación transcribimos:
Versiones periodísticas afirman que el gobernador saliente, el mismo Cervera Pacheco, se presentó —sin pronunciar palabra alguna— a la habitación de su oficina —el bunker— en donde Zapata Bello intimidaba a Mena Godoy, con el fin de aterrorizarlo. Mena Godoy era un joven de escasos 23 años de edad.
Todo lo anterior fue con el fin de que el nuevo gobierno encabezado por un partido diferente del PRI, que durante 70 años había dirigido los destinos de Yucatán, no tuviera la mayoría absoluta en el Congreso del Estado. Esa mayoría le hubiera permitido hacer cambios trascendentales en la Constitución Política del Estado. Victor Cervera Pacheco creía que era necesario evitar a toda costa lo anterior, impidiendo así que el nuevo gobierno tuviera un margen de maniobra más amplio que le habrían permitido lograr éxitos más contundentes.
Según ese escrito, Mena Godoy presentó una denuncia de esos hechos ante el Ministerio Público de la Federación días después de aquel hecho.
En esa época, la formación del Consejo fue criticada ampliamente ya que se había integrado por personas propuestas por agrupaciones fantasma. La diputada Verónica Farjat Sánchez tuvo mucho que ver en la formación del Consejo Distrital.
Rolando Zapata Bello, por indicaciones del entonces gobernador Víctor Cervera Pacheco, tuvo la desfachatez de denunciar penalmente a Mena Godoy por difamación y calumnias. También demandó a Guillermo Vela Román, integrante del Frente Cívico Familiar, por haber asesorado e inducir a Mena Godoy a demandar a Zapata Bello.
En ese entonces Vela Román alertó a los ciudadanos yucatecos de que el régimen priista encabezado por Cervera Pacheco trataba de intimidar a los que querían contribuir al establecimiento de un régimen democrático.
Yucatán viviría el final del cerverismo, lo que hoy en día nuevamente estamos viviendo: un poder ejecutivo encabezado por Ivonne Ortega Pacheco, con un aparato judicial represivo. Esto lo advirtió en ese entonces el presidente del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Néstor Santín Velázquez, hoy consejero del Instituto de Procediemientos Electorales y Participación Ciudadana (IPEPAC).
El por muchos nombrado "mapache electoral" Rolando Zapata Bello en ese entonces se mofaría de la denuncia presentada en su contra. Las próximas elecciones —él es candidato a Diputado Federal— podrían ser una buena oportunidad para que pague la deuda pendiente que tiene ante la sociedad: ésta se la podría cobrar no votando por él.
Meses atrás, el 1 de marzo de 2001, el representante del PRD ante el Consejo General del Instituto Federal Electoral, Pablo Gómez Álvarez, presentó un escrito de queja en el que denunciaba hechos violatorios al Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales por parte del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Hechos que consistían en:
Días después, en sesión extraordinaria, el Pleno de la LV Legislatura del Congreso del Estado, eligió un nuevo Consejo Electoral, mediante el Decreto 286.
Nuevamente el PRD se inconformó con el nuevo Consejo debido a las múltiples irregularidades cometidas por los diputados de extracción priista en complicidad con el gobernador Víctor Cervera Pacheco, tío de la actual gobernadora del estado, Ivonne Ortega Pacheco.
Por segunda ocasión el Trife en sentencia definitiva e inatacable, concluye que la nueva designación contravenía diversas disposiciones constitucionales y legales, por lo que se revoca el Decreto 286 y se dejaban sin efecto los actos o resoluciones emanados de dicho Consejo. Se le pedía al Congreso reponer el procedimiento para la designación de los consejeros ciudadanos de acuerdo a los lineamientos legales.
Los integrantes de dicha legislatura determinaron desacatar la resolución del Trife y manifestaron públicamente su rechazo a la resolución. Entre ellos se encontraban los hoy candidatos a diputados federales por el PRI, Rolando Zapata Bello y Liborio Vidal Aguilar, y el hoy encargado de la Secretaría de Política Comunitaria y Social, Limberth Sosa Lara. También se encontraba Verónica Farjat Sánchez, hermana de Carlos Ariel Farjat quien hoy es acusado de intentar sobornar a alcaldes del PAN para que apoyen al candidato del PRI por el II distrito federal, Felipe Cervera Henández, hijo del ex gobernador promotor del desacato.
Para esos días, el entonces gobernador Víctor Cervera Pacheco, en forma por demás hipócrita y falaz, en conferencia de prensa avaló los dictámenes del Trife y llamó a los actores políticos a respetar los resolutivos. Sin embargo, tras bambalinas, Cervera Pacheco instigaba a los diputados de su partido para desacatar la resolución.
Ante la insistencia de los diputados priistas de una actitud de desafío, el Trife en sesión pública realizó la insaculación de los consejeros electorales.
No contento, el gobernador Víctor Cevera Pacheco y los diputados priistas organizaron actos vandálicos y utilizando fondos públicos trasladaron a personas de distintos municipios para impedir en forma violenta el ingreso de los nuevos consejeros designados por el Trife a la sede del Consejo.
El mismo Comité Ejecutivo Nacional del PRI —cuya presidenta en ese entonces era la Senadora Dulce María Sauri Riancho, actual promotora del "Así No"— apoyó de forma solidaria a la fracción parlamentaria del PRI, sin importar que estuvieran en una actitud criminal que atentaba contra los principios democráticos del Estado.
El Trife tuvo que amenazar con utilizar la fuerza pública para que por fin se resolviera el conflicto que el gobernador Víctor Cervera, en complicidad con diputados de extracción priista como Rolando Zapata Bello y Liborio Vidal Aguilar habían gestado.
El conflicto ocasionado por Cervera Pacheco y sus lacayos del Congreso del Estado, tuvo su fin el 9 de abril después de una decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. De manera pacífica se logró instalar el Consejo Ciudadano insaculado por el Trife.
El ministro Mariano Azuela había declarado que se podría separar del cargo a los funcionarios que insistieran en el desacato y incluso se procedería penalmente en su contra. La bonhomía del régimen federal había comenzado: toleró y toleró marrullerías del PRI que ahora podría renacer por la pésima memoria del pueblo mexicano.