1983 palabras
—Después de que el Dr. Luis Augusto González Canto sube a quirófano, mientras yo atendía a mi yerno Wafé, y me pide que lo acompañe a la sala de urgencias sin que me dijera el motivo, yo sospeché que pasaba algo con mi hija Rosita. Al llegar a urgencias veo a mi hija ya muerta y a mi esposa sobre ella llorando. Después de esta tragedia, llorando en el pasillo, gente del Ministerio Público vestida de civil me interroga sobre lo que había pasado —comentó el Dr. Ernesto Arceo Mendicuti acompañado de su esposa Rosa María Ochoa Albrand en amable entrevista que concedieron a Artículo 7 en la tranquilidad de su casa.
¿Qué recuerdo tiene sobre el desempeño de la autoridades judiciales y policíacas el día que mataron a su hija y en los siguientes días después? —se le preguntó al Dr. Arceo.
—Cuando salí del hospital me encuentro con una patrulla de la policía a la cual le pido auxilio y me lo niega. Posteriormente me encuentro a un policía de motocicleta al que nuevamente le pido auxilio y también me lo niega. De ahí hasta Montebello no encuentro a ninguno más.
—Al principio, después de la muerte de mi hija, la relación [con la policía] era cordial. En el hospital nos interrogaban y todo iba bien. No había una actitud agresiva.
—Todo cambia cuando acudimos al Ministerio Público. Nos interrogan nuevamente. A mí me hacen declarar 5 veces de las cuales sólo aparecen 4 en el expediente.
—Posteriormente, a través de Rodolfo Sanders Guerrero, me reuní con Luis Felipe Saidén Ojeda en la oficina del primero. Me acompañó mi hijo Ernesto. Le pregunté a Saidén sobre los rumores de que encontraron US$100 mil y droga en la casa de mi hija. Saidén me respondió que no me podía decir nada; que sólo el Procurador me podía responder esa pregunta, por lo que le hacen una llamada para que acudiera a la junta.
—Al llegar el Procurador, José Guzmán Pacheco, me dijo que no habían ni los US$100 mil ni droga, pero que había un diario y cartas de mi hija. También me dijo que encontraron películas XXX, revistas pornográficas y juegos eróticos. Mi hijo y yo quedamos estupefactos pero pensamos que si el Procurador lo decía era porque tenía los artículos, así que nos quedamos callados. Meses después, cuando la jueza solicita al Ministerio Público que entreguen dichos artículos, nos damos cuenta que era una gran mentira del Procurador ya que no pudieron entregarlos al juzgado. Simplente no existían ni nunca existieron.
En ese momento de la entrevista, la señora Rosa María Ochoa intervino para comentar que a su hija le gustaba coleccionar películas pero que no eran eróticas ni pornográficas sino que eran caricaturas, suspenso, drama: eran películas comunes y normales.
El Dr. Arceo prosiguió...
—La versión que dio el Procurador y que los medios de comunicación empezaron a imprimir y difundir eran rumores falsos. También me comentó en esa ocasión que mi hija tenía una pareja femenina, que era lesbiana y que también tenía una pareja masculina; que Wafé tenía una pareja masculina y que era maricón.
—La situación anterior se fue aclarando y se vio que eran puras mentiras de la Procuraduría. También surgió que yo había solicitado la prueba de ADN al nené que mi hija llevaba en su vientre, porque la Procuraduría descubrió que mi hija estaba embarazada. La procuraduría no había descubierto nada, dado que desde el 17 de diciembre, en el trascurso de una cena familiar, Wafé y Rosita nos dieron la noticia del embarazo.
¿A qué atribuye la actuación de la Procuraduría en esta forma? ¿Por qué el Procurador José Guzmán Pacheco se comportó de esa forma?
—Después de un año y seis meses nos damos cuenta de que querían poner un justificante al asesinato de mi hija, "un móvil", como se dice en términos legales. Los móviles que ellos trataban de justificar se les caían. Como el de que consumían droga mi hija y mi yerno, se les cayó cuando los resultados de las pruebas que les hicieron resultaron negativos. Nosotros les informamos desde antes que ellos no tomaban ni fumaban.
Existe la sospecha en la Procuraduría de que usted trata de ayudar a la defensa, ¿que opina sobre eso?
—Están completamente equivocados. Mi esposa, mis hijos y yo estamos interesados en que se aclare todo. Por eso yo mismo contraté a mis peritos para que me den su opinión. Yo siempre he dicho que al que resulte culpable se le castigue con todo el rigor de la ley, sea quien sea.
—Pero insisto en que las pruebas sean reales. No me explico cómo documentos oficiales de la policía están alterados. Agentes policíacos han mentido en sus declaraciones. Esto se ha confirmado ante la jueza del juzgado séptimo de lo penal.
¿Tiene algún contacto o relación con el Sr. Wafé Kuri Torre en estos momentos?
—Si. Pero lógicamente no es tan buena como lo era antes. Sin embargo voy con cierta frecuencia al Cereso para hacerle preguntas sobre ese día. Le hago muchas preguntas y de diferentes formas, con el fin de saber si me está mintiendo o no. Hasta ahora no he descubierto ninguna mentira de su parte.
¿Cómo era la relación de su hija Rosita con Wafé?
—Era buena —contestó el Dr. Arceo y en ese instante intervino la Sra. Rosa María Ochoa.
—Era una relación normal, buena y bonita. Tenían muchos planes para el futuro. Iba a ser un buen matrimonio. El primer año fue un año de adaptación con cosas normales que todos hemos vivido —explicó doña Rosa María Ochoa.
¿Nunca notaron algún distanciamiento entre ellos en algún momento del matrimonio?
Prosiguió el Dr. Arceo...
—Siempre vivieron y durmieron bajo el mismo techo en todas las casas donde habitaron a lo largo de su matrimonio. Claro que sí tuvieron en alguna ocasión diferencias por las cuales me consultaron para aconsejarles. En los pequeños pleitos que tuvieron siempre se arreglaron sin problemas.
¿Que opina de la hipótesis de la Procuraduría, la que se fundamenta en unas cartas escritas por su hija Rosita en las cuales ella expresa ciertas decepciones en su matrimonio?
La Sra. Rosa María Ochoa se adelanta al Dr. Arceo para contestar.
—Yo tuve en alguna ocasión una plática con mi hija, un día que se había disgustado con su esposo Wafé. Le dije: "coloca en una balanza los disgustos y las alegrías, las cosas buenas y las cosas malas de tu matrimonio y escríbelas. Y cuando estén tranquilos los dos, conversen." Ése es el famoso diario que el Procurador nos comentó que habían encontrado. La realidad es que no existe ningún diario —explicó la señora Rosa María.
¿Cómo podrían describir la personalidad de Wafé?
—Era una persona muy trabajadora —contestó el doctor— muy bromista, le gustaban las bromas pesadas. Él bromeaba mucho a su papá y su papá a él. Era muy responsable en su trabajo y consentía mucho a mi hija.
¿Cómo era la personalidad de Rosita? —se le preguntó a la Sra. Ochoa Albrand
—Rosi era muy alegre y positiva siempre y siguió siéndolo cuando se casó. Tenía mucha disposición para todo. Le gustaba cocinar y entre sus proyectos estaba el de meterse a ser chef de cocina. Contestó la Sra. Ochoa.
Y prosiguió el Dr. Arceo, contestando la misma pregunta.
—Antes de casada tomó cursos de cocina. Aprendió dos idiomas, el inglés y el francés. Estuvo en Estados Unidos y en Francia estudiando. Era una muchacha preparada, estudiosa, responsable, no fumaba no tomaba, se divertía mucho con sus amigas sanamente.
Es por eso que cuando el Procurador me dice que mi hija tenía relaciones sexuales extramatrimoniales y que tenía una mujer de pareja, nos dejó mudos. Posteriormente con el tiempo se aclararía que eran puras mentiras.
¿Cree en la inocencia de Wafé? Se le preguntó al Dr. Arceo.
—Yo me atengo a las pruebas y a los resultados de los peritajes. Si Wafé disparó o no, eso saldrá en los peritajes. Ya veremos si los peritajes de la coadyuvancia coinciden con los de la defensa o no, y lo mismo con los peritajes del Ministerio Público. Yo me basaré en las pruebas científicas para ver quién es culpable o inocente.
¿Cómo califica en estos momentos la actuación de las autoridades?
—Reprobables completamente. En vez de que el subprocurador, Rafael Acosta Solís y el procurador, José Guzmán Pacheco, procuren justicia, están entorpeciendo la justicia. Y que el jefe de la policía Luis Felipe Saidén Ojeda no haya entregado los videos de las cámaras de las avenidas que con tiempo le fueron solicitadas y no las haya entregado diciendo que "por logística las borraron". Y que niegue que estuvo en la recámara de mi hija cuando hay fotografías de él en la casa hablando con mi consuegro, me sorprende mucho.
¿Tienen informes sobre la denuncia por robo de alhajas y otros artículos que interpusieron ante el Ministerio Público?
—¡Nada! Nunca nos hicieron caso. Escuchamos que ya vino a la casa un comandante de la judicial para hablar con nosotros, pero es pura mentira. Jamás ha venido nadie. Mi esposo ya fue a preguntar a la Procuraduría y no le dan ningún informe.
Para finalizar la entrevista el reporteró de Artículo 7 le preguntó a la Sra. Ochoa si quería agregar algo y contestó: "quiero saber con certeza quién fue el que mató a mi hija".
En los primeros meses estuvimos vigilados y con los teléfonos intervenidos. Hasta ahora se escuchan ruidos raros, ecos, se cortan llamadas. Finalizó la entrevista.