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Josué es un joven con cara de niño. A sus escasos 14 años devora libros de historia y filosofía. Llega a las oficinas de Artículo 7 acompañado de su madre porque "ha insistido por varios días en conocer, saludar y palticar con el director de ese periódico".
Josué sufrió recientemente un incidente en su escuela que le lastimó la columna vertebral. Fue un pleito con iguales que no lo aceptan porque participa constantemente en clase, respondiendo preguntas que hacen los maestros que nadie más intenta. Cada vez que lo hace, es mal visto por condiscípulos que prefieren que nadie sepa el tema para que no pueda ser exigible a ellos. "Cállate, estúpido" le gritan en tono poco amistoso.
—Yo estoy por el PRI —me explica Josué— porque el PRI es el partido del cambio. Es el partido que tiene las mejores propuestas...
—¿Has leído en alguna parte cómo era la ciudad de Mérida en 1989 y antes?
—No he encontrado nada de Mérida, pero sí de Jacobo Zabludovsky...
—Las calles de la ciudad de Mérida eran coladores. Tenían más baches que áreas con pavimento. Durante años se fueron deteriorando y siempre los encargados de resolver el problema nos decían "que no había dinero". Pero en 1990 ganó el PAN la alcaldía y desde ese día las cosas comenzaron a cambiar. Pero no me creas a mí; esto es algo que tú debes investigar por ti mismo en la hemeroteca. Allá está la información histórica que puede darte una idea de este tema.
Su madre observaba e intervino.
—Se lo he platicado pero...
Josué interrumpió.
—O sea que, Mérida, ¿no se veía como se ve hoy? Calles limpias y parques en buenas condiciones...
—En mi opinión, no. Era una ciudad en el olvido. Se medio limpiaban algunas calles cuando iba a venir "el presidente"... Uno aprendía a manejar salvando baches, pero, por favor, Josué ¡no me creas a mí! Investiga: tú sabes bien cómo hacerlo. Hablaremos cuando hayas visto un poco de esos años previos a noviembre de 1990...
—Se lo prometo... y ¿qué de Jacobo Zabludovsky?
—Pues era el vocero nacional de lo que los políticos querían que se sepa... Todas las noches daba las noticias en el tono y con el contenido aprobado por la secretaría de gobernación y el presidente. Obvio, la imagen que daba de ellos era siempre buena, pulcra, limpia, de que "todo estaba bien".
—¿Calderón y Fox no tuvieron su Jacobo Zabludovsky?
Su madre sonrió...
—Ellos creyeron que los medios, una vez libres de toda coacción, serían veraces y contarían las cosas con objetividad, pero resultó que...
—...¡todos hablan mal del gobierno hoy! Y si no dicen algo malo... se ríen, como que dudando...
—Exactamente, haga lo que haga el gobierno, para ellos todo está mal. Y claro, si les dices a los habitantes de un país que todo está mal y antes les decías que todo estaba bien, logras ¡una gran confusión! ¿No crees?
—Por eso me gusta Artículo 7, porque dice cosas que no ves en ningún lado... porque te hace pensar.
—Qué bueno que te hace pensar, pero no creas nada: comprueba todo. No creas nada de lo que te digan, ni Artículo 7 ni nadie. Te aconsejo que trates de comprobar todo...
—Con Artículo 7 no tengo que comprobar nada porque allí ponen las pruebas...
—Y ¿qué tal si te las estamos inventando?
—Ya habrían dicho algo los de la noticia... ¡pero veo que nadie dice nada!
Josué notó que Artículo 7 sustenta lo que dice. Es un alumno aventajado. Leyó ávido la historia que persigue a un candidato del cuarto —las viscicitudes sobre Tizimín para evitar a toda costa que el PAN tuviera mayoría en el Congreso Estatal, desesperación de Víctor Cervera Pacheco en ese momento.
Se le aclaró la confusión. Pero Josué es uno. Una persona. Un alumno con inquietudes, que lee, que busca la verdad y que sabe entender la diferencia entre una y otra forma de mostrar las cosas, de dar la información.
—No se puede confiar, por ejemplo, en lo que dice el Por Esto! porque le pagan para que lo diga... —comentó Josué.
—... o para que no lo diga —le dije.
Josué sólo tiene 14 años y no votará, por lo tanto, en la elección del 5 de juio de 2009.
El 5 de julio mucha gente irá a la casilla y va a votar por una opción que no podría sustentarse si se conociera la historia. Cruzarán la X sobre una opción —algunos, ojalá que no muchos— que no se escogería si se conociera y entendiera el presente.
Este 5 de julio el poder del ciudadano confuso y mal informado podrá resultar contraproducente para México. ¿Quién se tendrá la culpa de que a final de cuentas el presidente Calderón se pase 3 años con los brazos atados, nulificado para hacer cualquier cosa trascendental, como las muchas que necesita el país pero que requieren la aprobación del Congreso?