820 palabras
La suerte de 71 años es un caso que sólo se repite una vez. Y es mala suerte para el país, México, que no se vuelva a dar. Hablo de los 71 años en que el PRI tuvo bajo su mando indiscutible los 3 poderes de México.
¿Quién fue el presidente de México entre 2000 y 2006? Vicente Fox. ¿De qué partido emanó? Principalmente del PAN. ¿Tuvo la libertad para modificar las layes como la tuvieron Salinas, De La Madrid, López Portillo —todos ellos emanados del PRI?
No, no la tuvo.
¿Quién tiene hoy ya 2 años y medio de ser presidente de México? Felipe Calderón Hinojosa. ¿De qué partido emanó? Del PAN, sin ningún otro partido. ¿Ha tenido apoyo para que sus iniciativas de ley prosperen y se conviertan en leyes, así como lo tuvieron sus antecesores priistas? No.
¿Qué pasa si el congreso 2009-2012 no tiene diputados que apoyen las iniciativas de ley del presidente Calderón? ¿Qué pasa?
La mala suerte del país consiste en que cuando tuvo un régimen con todo el control —durante esos 71 años— ese régimen actuó simulando, fue administrativamente irresponsable y políticamente clientelar, fue corporativista, centralista, autoritario, déspota y anti democrático.
Cuando por primera vez tuvimos un régimen con un grupo de políticos promotores de la transparencia, financieramente responsables, administrativamente eficientes, demócratas, respetuosos de la ley ¡entonces tuvimos un congreso que se le opuso al presidente en forma sistemática, congelando nuestra posibilidad de desarrollo!
Usted, lector y ciudadano, que probablemente el próximo día 5 de julio irá a depositar su voto para elegir al diputado que usted desea que lo represente en el poder legislativo, ¿ya se dio cuenta de que al colocarle a Calderón diputados que se opondrán a sus iniciativas de ley, está usted contribuyendo a que la acción positiva de nuestra nación se congele por 3 años más?
Entonces, pues, ¿qué pasa si el congreso no apoya las iniciativas de ley del presidente? ¡Sencillamente que se pierden! Y el país pierde tiempo. Y los mexicanos se quedan rezagados.
No tenemos que ir muy lejos para una muestra de este grave problema en nuestro país. ¿Por qué hoy sólo se puede promover la construcción de una refinería —en vez de todas las que necesita el país? ¡Porque la iniciativa de ley del presidente fue modificada, cambiada, para que sólo se pudiera hacer una refinería, en vez de varias, al mismo tiempo, como lo requería el país!
Quizás en otros países con gente menos interesada en llevar agua sólo a su molino, sea factible elegirle a un primer ministro o a un presidente un conjunto de legisladores de diversos partidos. Ellos no estarían pensando en que el partido del presidente no vuelva a ganar las elecciones, sino en que el país progrese. Por lo tanto, aprobarían leyes necesarias para impulsar el progreso en todos los ámbitos, en vez de cuidar que no se aprueben leyes que puedan hacer que el presidente en turno "salga bien".
El voto del mexicano este 5 de julio es de una gran responsabilidad nacional. Pásale el mensaje a tus amigos y allegados. Tenemos la responsabilidad de apoyar al presidente Calderón si confiamos en él. Sus acciones están a la vista y las mediciones de apoyo y aprobación están arriba de 65% a favor de su gestión, demostrando la confianza que en él se tiene. De manera que, ¿por qué castigarlo poniéndole diputados que sólo tendrán interés en ocuparse de que las cosas precisamente no salgan bien?
Así es: no les interesa una gestión exitosa aunque eso signifique un retroceso o estancamiento para el país. Les interesa el poder y tras ello van.
Jamás había sido tan importante el ejercicio del voto como lo es en esta elección del 5 de julio de 2009.