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Continuando con la caída de la acusación en contra de Wafé Kuri Torre, acusado de haber matado a su esposa Rosa María Arceo Ochoa el 14 de enero de 2008, durante la semana acudieron al juzgado séptimo penal, dos peritas químicas de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Yucatán, ya que fueron solicitadas por la defensa, representada por los abogados Gabriel Abdala Berzunza y Marco Cerón Ruiz.
El lunes pasado acudió la Química Bióloga Bromatóloga, Rosalba Yaqueline Gamboa Magaña, jefa del departamento de química forense de la PGJE. En su declaración testimonial afirmó que la prueba de rodizonato de sodio es una prueba cuyo resultado es presuntiva de que se disparó un arma de fuego o no, ya que por si misma no es determinante para establecer si la presencia de dos elementos químicos [plomo y bario] detectados en las manos son consecuencia de haber disparado un arma de fuego. Además, la prueba está sujeta a errores humanos.
Agregó que en los dictámenes emitidos en el laboratorio de química forense no se asevera ni se niega en ninguno de ellos que una persona haya disparado o no un arma de fuego. Recalcó que no es materia de química y que ninguna prueba es concluyente.
La química perito fue cuestionada por el defensor Gabriel Abdala acerca de por qué no utilizaron la técnica denominada espectrofotometría de absorción atómica, técnica que además de detectar los elementos de plomo, bario y antimonio, puede cuantificar la cantidad de átomos de cada elemento, dando un resultado más certero; a lo que la perito respondió: que sí tenía conocimiento de la técnica pero que no se utilizaba en la Procuraduría del Estado ya que era destructiva, o sea, que la tela con la que se hizo la prueba de rodizonato de sodio tenía que ser destruida para efectuar la espectrofotometría, ya que se utilizaban ácidos para la realización de la misma, por lo que después se haría imposible la realización de otra prueba por otro perito, por otra técnica o por otro laboratorio. Sin embargo, reconoció que efectivamente es una prueba mucho más exacta siempre y cuando haya la persona experta en el manejo del equipo y el software, ya que detecta el antimonio además del plomo y bario que se encuentran en la pólvora de un cartucho de arma de fuego, cosa que con la de rodizonato de sodio no se puede detectar el antimonio.
Continuó manifestando que en el laboratorio de química forense de la Procuraduría se cuenta con un equipo de espectrofotometría de absorción atómica pero que no era utilizado para hacer pruebas con fines de detección de residuos de arma de fuego.
Abdala Berzunza le preguntó si sabía que el FBI (Federal Bureau Investigation) de los Estados Unidos no utilizaba desde hacía sesenta años la prueba de rodizonato de sodio por ser obsoleta, a lo que contestó: que no sabía pero se imaginaba que sí ya que contaban con las mejores técnicas de investigación, agregando que España y Francia seguían utilizándola nada más que después lo reconfirmaban con microscopía electrónica de barrido para no tener dudas.
Lo más transcendental de la testimonial de la perito fue cuando la defensa le preguntó la validez de efectuar una prueba de rodizonato de sodio cuatro días después de haber disparado un arma de fuego, o sea, ¿se podían encontrar elementos de plomo y bario? A lo que contestó que era muy improbable, ya que en la bibliografía y en los congresos a los que ha asistido sugieren un tiempo máximo de 24 horas después de haber realizado el disparo de arma de fuego.
Lo trascendental radica en que al policía, Carlos Rolando Escamilla Alpuche, que hoy es acusado por Wafé Kuri Torre de haber disparado en contra de él y de haber dado muerte a su esposa Rosa María Arceo, le fue realizada la prueba el 18 de enero de 2008, cuatro días y medio después del día de los hechos. Obviamente el resultado tendría que ser negativo y es en base a ese resultado por lo que la Procuraduría lo exculpa y no lo investiga.
Otros datos interesantes que se aportaron en la diligencia y que demuestra lo imperfecta que es la prueba de rodizonato de sodio es que una persona se podría contaminar con plomo y bario al tocar un arma de fuego ya disparada con anterioridad y que dado de que el plomo y el bario son elementos que se pueden encontrar muy comúnmente en nuestra vida cotidiana —en pinturas, gasolina y en otras substancias que contienen plomo y que en la tierra, el barro y en detergentes se puede encontrar el bario— podría ser que una persona diera positivo a la prueba sin necesariamente haber disparado un arma de fuego. También que una persona que ha disparado un arma de fuego podría contaminar a otra al darle la mano, con el resultado de que las dos darían positivo a la prueba.
Para concluir, la perito Rosalba Gamboa comentó que tenía el conocimiento que en otras procuradurías sí se solicita realizar pruebas físico-químicas para la búsqueda de residuos de arma de fuego, como es la espectrofotometría de absorción atómica, espectrometría de plasma y por microscopía electrónica de barrido, ya que en algunas ocaciones el Ministerio Público del Estado nos ha solicitado que se realice una prueba confirmatoria de las muestras de rodizonato de sodio realizadas con nosostros y que se han enviado a algún Estado que sí cuenta con alguna de las pruebas antes mencionadas.
Nos preguntamos: ¿por qué a la prueba de Wafé Kuri Torre no se le pidió la confirmación antes mencionada? o ¿Será que sí hicieron la confirmación y resultó negativa?
Cabe recordar que Wafé Kuri alega que dos días antes había disparado un arma de fuego en el patio de su casa para practicar su puntería. También hay que recordar que la prueba de rodizonato que se le hizo a Wafé dio positivo en dorso de mano derecha y negativo en la palma de la misma mano, cosa muy rara ya que dos peritos que dispararon con la misma pistola —la pistola de Wafé— dieron positivo tanto en dorso como en la palma.
El martes por la mañana acudió a prestar declaración testimonial la perito Química Farmacéutica Bióloga, Rita Elizabeth Ventura Canul, la cual sirvió básicamente para reafirmar lo dicho el día anterior por la perito Rosalba Gamboa.
Reafirmó que la prueba de rodizonato de sodio no era concluyente de haber disparado un arma de fuego, que era susceptible de error humano, que era una prueba que sólo determinaba la presencia de plomo y bario y no cuantificaba la cantidad de moléculas, que efectivamente al tocar un arma de fuego ya disparada se podría contaminar y dar positivo a la prueba.
Lo trascendental fue que "para que la prueba sea confiable tendría que hacerse en un plazo máximo de 8 a 10 horas después de haber realizado el disparo". La importancia de este comentario radica en que desecha la validez de la prueba practicada al policía Carlos Rolando Escamilla Alpuche, acusado por Wafé de haber asesinado cobardemente y a sangre fria a su esposa Rosa María Arceo Ochoa.
La audiencia se caracterizó por una gran cantidad de objeciones que presentó la representante social —la fiscal— Guillermina Pinzón, a preguntas hechas por la defensa representada por Abdala Berzunza. Incluso preguntas que el día anterior se la habían hecho a la perito Rosalba Gamboa sin ser objetadas, en esta diligencia fueron objetadas. ¿Será que la fiscal Guillermina Pinzón fue reprendida por algún funcionario de la Procuraduría del Estado al haber permitido esas preguntas? ¿Será que quieran llegar a la verdad?
El miércoles acudió a rendir su declaración testimonial el policía primero, Rosendo Cabañas Can, causando asombro ya que afirmó que no sabe conducir vehículos, que no tiene lecencia de conducir, pero que lo han hecho responsable de una unidad de antimotines. Aseguró que le asignan un chofer ya que él no sabe manejar.
La defensa alega que es una estrategia implementada por Rolando Escamilla Alpuche y por la Secretaría de Seguridad Pública para tener una coartada, ya que al no saber manejar ninguno de los que lo acompañaron el día del homicidio, él obligatoriamente no se pudo bajar de la unidad.
Entre las respuestas inverosímiles que dio Cabañas Can fue que en el turno que empezó el día 13 de enero a las 7:00 a.m. y terminó al día siguiente 14 de enero a las 7:30 a.m. nunca se bajaron de la camioneta antimotines ni para hacer sus necesidades fisiológicas.
Cabañas Can llegó a la diligencia acompañado del Director Jurídico de la SSP, Renán Aldana Solís, quien permaneció hasta que fue descubierto por el defensor Abdala Berzunza al estar dándole información en secreto —soplándole las respuestas— al testigo, cosa por demás penada como un delito. Después de que Abdala Berzunza a gritos le reclamó su actitud, Aldana Solís optó por retirarse de la diligencia.
En un momento dado, la jueza Rubí González Alpuche hizo que el policía se pusiera de pie y preguntó a Wafé Kuri Torre si lo reconocía como uno de los agresores, a lo que contestó: no señora, reconocí claramente al güero que ahora sé que se llama Rolando Escamilla Alpuche y vi a dos personas morenitas que no pude reconocer, pero claramente reconocí al güero y nunca voy a olvidar la seña o la característica del diente que tiene plateado en la boca.
Salieron a relucir las contradicciones en las declaraciones de Rolando Escamilla Alpuche con las de Rosendo Cabañas Can, tanto en los sitios que refieren donde estuvieron como en los horarios. Un ejemplo de ello es que en las declaraciones de Escamilla Alpuche dice que cargaron gasolina el día 13 a las 11:00 p.m. y el día 14 a las 7:10 a.m., y en las declaraciones de Cabañas Can solo se refiere a la del día 14.
El jueves por la mañana acudió a ampliar su declaración el Sr. Wafé Kuri Eljure, padre del precesado.
Después de que se le leyeron sus declaraciones anteriores procedió a declarar que la primera que se le atribuye —relativa al levantamiento del cadáver de Rosa María Arceo Ochoa— no fue hecha por él y se puede apreciar que no está firmada. En esa supuesta declaración se dice que había recibido una llamada de su hijo Abraham Kuri Torre desde la casa de Wafé y que fue quien le comunicó que su hermano había recibido un tiro y que su nuera había muerto. El Sr. Kuri Eljure negó dicha afirmación diciendo que nunca recibió esa llamada.
También aclaró que en su declaración ministerial del día 14 de enero, no aparecía lo referente a que el secretario de seguridad pública, Luis Felipe Saidén Ojeda, lo mandó a buscar con dos policías cuando se encontraba en el Star Medica, para llevarlo a la casa de su hijo Wafé. Que al llegar a la casa aproximadamente a las 9:30 a.m. fue recibido por Saidén Ojeda en la puerta de la casa y juntos entraron e hicieron un recorrido. Habían bastantes policías y judiciales en el interior de la casa. Durante el recorrido relató lo que hicieron Ernesto Arceo Ochoa —cuñado de Wafé— y él desde que llegaron a la casa hasta que trasladaron a Wafé al hospital.
Kuri Eljure comentó: "después de recorrer varias partes de la casa, acompañados de varios policías de civil, Saidén Ojeda me llevó a la recámara de mi hijo y al entrar me mostró un arma que estaba en el piso. Yo le dije en ese momento que esa pistola no estaba en el piso ya que por allá bajé a Wafé para arrastrarlo. Posteriormente me dijo: 'yo veo muy extraño esto' y me afirmó que no había ningún robo". El Sr. Kuri Torre manifestó: "¿cómo sabía Saidén Ojeda que no hubo robo si no sabía qué alhajas habían en la casa?"
Posteriormente a pregunta de la defensa declaró que vio la herida de su hijo, que era un punto como de 6 milímetros y que no presentaba quemaduras.
Como ya es costumbre en la diligencias, se suscitó una discusión entre la defensa y la Sra. jueza. Abdala amenazó con retirarse de la diligencia al no estar de acuerdo con una pregunta que se le hizo al testigo, ya que lo que se le preguntaba no era información propia del testigo. La Sra. Juez, Rubí González, amenazó con imponer una multa si se retiraba.