1618 palabras
En la película Seven un asesino serial escogía a sus víctimas en función de los vicios o pecados capitales de los que, de manera sobresaliente, esos mortales eran presa. El castigo y posterior muerte de esos pecadores consistía en llevar hasta sus últimas consecuencias el pecado que los esclavizaba.
El recuerdo de esta interesante y fuerte película de los grandes actores Brad Pitt, Morgan Freeman y Kevin Spacey, viene a colación por los pecados cometidos por el secretario de Fomento Agropecuario y Pesquero, Alejandro Menéndez Bojórquez, que le pudieran ocasionar ser el primer secretario "sacrificado" en el gabinetazo de Ivonne Ortega Pacheco.
En nuestro número anterior publicamos un nota titulada "Graves acusaciones contra funcionario de Ivonne Ortega". En la misma el diputado panista Daniel Ávila Ruiz declaró que el secretario de Fomento Agropecuario y Pesquero del gobierno del Estado, Alejandro Menéndez Bojórquez es "uno de los funcionarios más corruptos de la actual administración". A decir del diputado, no sólo tuvo conocimiento sino que está directamente involucrado en las presuntas irregularidades descubiertas durante la auditoría DASC-SFAYP-02E/08 que la Contraloría estatal (Secogey) realizó al Programa Estatal de Apoyos a Productores de Yucatán (Peapy) operado por su secretaría. En conjunto importan varios millones de pesos y también involucran a diversos personajes como el actual presidente de la Fundación Produce Yucatán, Pedro Cabrera Quijano y el representante del Sistema Producto Henequén, Francisco Hernández Sosa, entre otros.
Las 11 observaciones de la auditoría de la Secogey —que ampara los ejercicios 2007 y los primeros cuatro meses del 2008— en las que se detallan las irregularidades, no han sido solventadas por la Secretaría de Fomento Agropecuario y Pesquero, no obstante que se le otorgó un plazo de 30 días hábiles, a partir del 1 de julio del 2008, para hacerlo (véase copia de la página 22/57 del Acta Circunstanciada AC-SFAYP-02E/08 de fecha 30 de junio del 2008). Tampoco se han comprobado los reintegros de recursos que fueron ejercidos en forma irregular según lo asentado por los propios auditores.
Esta situación demuestra el intento de ocultamiento de estas irregularidades por parte de la dependencia encargada de prevenirlas, detectarlas y sancionarlas, y deja, hasta hoy, sin penitencia, arrepentimiento, y mucho menos propósito de enmienda, estos "pecados mortales" de Menéndez Bojórquez y sus subalternos.
Por si estos pecados —cuya falta de absolución generarían la condena eterna al más puritano— no fueran suficientes, Menéndez Bojórquez, ahora él, solito, es presa de, al menos, dos "pecados capitales" que ameritarían, si bien no un verdugo como el de Seven, sí una expiación profunda de los mismos consistente en un ayuno de 40 días consumiendo sólo alimentos de changarros y loncherías —de los que ya aparentemente se desacostumbró— y prescindir de su vehículo por al menos un año, que es el tiempo en que en realidad hubiera consumido la gasolina que afirma haber consumido en poco más de dos meses. Dichos pecados son:
En efecto, Menéndez Bojórquez resultó gourmet y sus tours culinarios han tenido escala en todos y cada uno de los restaurantes de caché que ofrece esta ciudad de Mérida. Las facturas de esas comilonas las hace pasar como comidas de trabajo con un gran número de personas. Para ejemplo los siguientes botones de muestra:
La Pigua: En este excelente restaurante de mariscos el secretario pagó $2,500 tal y como se aprecia en la factura 19345 que acompañamos a este reportaje, por, supuestamente, consumo de alimentos del propio Menéndez Bojórquez y 82 comisarios ejidales y municipales del interior del Estado. Así las cosas, pareciera que ese restaurante ofreció un value lunch de $30 c/u para ese gran número de comensales, situación que, sobra decir, resulta completamente inverosímil.
La Habichuela: A este restaurante de mariscos, carnes y pastas, el secretario de Fomento Agropecuario y Pesquero invitó a 114 personas —aparentemente "cerró" el restuarante para ellos solitos— según lo asentado por el director de Administración, C.P. Diego B. Rodríguez Guerrero, para el trámite de pago. El importe total de la factura respectiva (la 3513, cuya copia también se anexa) asciende a $3,335, lo que implicaría que en una hábil negociación, Menéndez Bojórquez consiguió un refrigerio de $29 para cada comensal. ¿Usted lo cree posible?
Trotter´s: El secretario gourmet no podría dejar pesar este prestigiado restaurante de carnes y tapas, y el 13 de noviembre del 2007 comió ahí supuestamente con 64 productores ganaderos de la exposición de X´matkui (véase factura 12648 A que se acompaña). El precio total de $1,849 arroja un cosumo de $28.40 por persona. Aparentemente la invitación sólo se redujo a un refresco por productor y ni quien le diera su propina al valet parking...
Segrafredo Zanetti: No sólo de carne y mariscos vive el hombre... también de un buen café! Menéndez Bojórquez saturó una de estas aromáticas cafeterías al supuestamente invitar ahí a 30 alcaldes y productores para informarles sobre diversos apoyos de herbicidas, insumos y otras etcéteras ( ver la factura 1721 que se anexa). Los $28 que en teoría se pagaron por cada uno de ellos hace de éste el consumo "más creíble", aunque siempre es difícil imaginarse una mesa de 30 comensales en alguno de los establecimientos de esta franquicia.
No conforme con la buena vida que en materia alimentaria el puesto le significaba, Menéndez Bojórquez quería más... Y así es que se despachó con la cuchara grande con el combustible que la dependencia otorga a sus funcionarios. Sólo en el periodo del 10 de septiembre al 16 de noviembre del 2007 ( 68 días) supuestamente consumió $110,000 en su vehículo Ford Expedition. Esto equivale a un consumo diario de $1,618 (tal y como se aprecia en los formatos de "Requerimiento Semanal de Combustible" que se anexan para pronta referencia), o, lo que es lo mismo, casi 3 tanques llenos de gasolina diariamente.
![]() |
![]() |
Esa cantidad de gasolina alcanzaría —con el motor de la camioneta Expedition medianamente afinado— para que cada día Menéndez Bojórquez hubiera viajado unos 1,000 kilómetros; es decir, 30 veces la distancia que lo separa de su domicilio en Hunucmá... Si consideráramos que, contra lo que ya vimos, a Menéndez le gustara la comida casera, además de ir y volver de su ciudad natal unas 4 veces en el día , ¿a dónde habrá viajado todos los días el secretario para reunir otros 900 kilómetros?
Resulta también muy curioso que este consumo del secretario de Fomento Agropecuario y Pesquero se realizó al 100% con vales de combustible, cuyo control es más complicado que cuando se realiza a través de tarjetas electrónicas, método que, dicho sea de paso, utilizan todos los demás vehículos de la dependencia.
La codicia de la que es presa Menéndez Bojórquez en cuanto al consumo de gasolina también se refleja porcentualmente de una manera por demás explícita: el consumo de la camioneta a él asignada ha significado entre el 41 y el 45% del total del consumo de combustible de los 10 vehículos que se encuentran adscritos al "Despacho del C. Secretario".
Puestos en el confesionario del escrutinio público todos estos pecados de la Secretaría de Fomento Agropecuario y, particularmente, de su titular, Artículo 7 pregunta: ¿Los absolvemos, así "nomás"? JECM