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La arremetida del Por Esto! en contra de Artículo 7 y todo lo que pueda en alguna forma oler a libertad legítima de expresión está arreciando. El espacio cibernético que ofrece nuestro sitio fue salvajemente abusado con copias de notas enteras —llenas de las falsedades increíbles que ese medio es experto en proferir— copiadas y pegadas en comentarios.
Origen de los fondos. Hemos demostrado hasta la saciedad que ese periódico vive del dinero que recibe del gobierno del estado de Yucatán. Hemos demostrado cómo durante el año 2008 fueron transferidos del erario estatal $23 millones por el escueto concepto de "cobertura de eventos". Este dinero es además de más de $6 millones que fueron pagados, según facturas, por concepto de publicidad. Nada tenemos que objetar con respecto a la publilcidad y sólo lo hemos señalado como inequidad en la distribución de publicaciones para los medios.
Artículo 7 tiene una línea editorial que sólo busca poner en la mente del lector datos que consideramos deben conocerse para poder tomar decisiones comunitarias basadas en la realidad. Hemos puesto énfasis en situaciones que hemos descubierto en el proceder del gobierno estatal que tiene como cabeza a Ivonne Ortega Pacheco, porque hemos visto que esas situaciones no sólo no se han tratado por los demás medios, sino que, cuando se han tratado, el tono ha sido muy por debajo de la importancia que efectivamente revisten.
¿Por qué el oriente de Yucatán? Algo sucede en el oriente del estado de Yucatán, dado el ensañamiento calumnioso y difamador que el periódico pagado por el gobierno del estado ha desplegado en contra de Pedro Couoh Suaste, candidato a diputado federal por el PAN por el primer distrito. No hay un solo día que el periódico pagado por el erario del gobierno de Yucatán haya dejado en paz —publicando francas mentiras y calumnias difamatorias— a la persona de Pedro Couoh Suaste.
El atentado a la libertad de expresión a Artículo 7 debe tener como base, creemos nosotros, una acción específica del diario "oficial" del gobierno de Yucatán. No sería ésa la primera vez que lo habrían intentado. Lo hicieron ya una vez amedrentando a nuestros voceadores.
¿Patología histórica? El odio y desprecio que la gente que dirige ese periódico le tiene a Alejandro Patrón Laviada, a Patricio Patrón Laviada, a Roberto Hernández y a Artículo 7 sólo puede tener como base la negativa de los Patrón Laviada de "tranzar" con el director-propietario del impreso, como ya hemos publicado que se negó a hacer Roberto Hernández, el banquero.
Si algún número de Artículo 7 repartido durante esta semana hubiera violado algún estatuto electoral, entonces por lo menos 5 números del diario Por Esto! deberían provocar que los voceadores sean detenidos en toda la ciudad de Mérida y en todo el estado de Yucatán, porque ellos, todos los días tratan de inculcarle al lector información totalmente falsa para que desprecie a un partido político específico y ame o adore cualquiera que no sea ése. Ése, el partido de que emanó el gobernador 2001-2007 que se negó a tranzar —pagar por "cobertura de nota"— es el más denostado.
Podría ser orgullo del yucateco. Para el magnífico impreso Por Esto! —buena tipografía, párrafos, posiblemente ortografía, riqueza de notas, en fin, podría ser un orgullo de los yucatecos— la verdad es algo "secundario". Lo que importa es darle por su lado al que paga, excepto a la izquierda de López Obrador, la cual ensalza por una aparente convicción ideológica muy escondida en el fondo de una mente muy compleja, como la de Don Mario Renato Menéndez Rodríguez.
Sus hijos, todos ellos amigos de los hermanos menores de quien esto escribe, son gente con un fuerte deseo de ser útiles, buenos, valiosos. Por desgracia viven hoy una terrible confusión, producto de la necesidad de apoyar mentiras, porque es la única forma en que su padre pudo obtener fondos para sostener el funcionamiento de su periódico.
Menéndez sabe que los Patrón Laviada son gente buena. Lo sabe y le molesta que lo sean. Sabe que tiene que mentir, que tiene que atacarlos cada vez que el sol sale o se mete; sabe que tiene que mantener todos los días mentira tras mentira, calumnia tras calumnia, porque el no hacerlo resultaría en traición a los que ha logrado amedrentar y que hoy le pagan para no ver sus nombres en las "temibles" páginas del Por Esto!.
Liberación que... ¿merecemos? Nos preguntamos los yucatecos: ¿cuándo nos libraremos de este cáncer informativo llamado Por Esto!? ¿Cuándo? Es obvio que si lo oscuro de los intereses de ese periódico es apoyado con nuestro propio dinero —el que sale del erario yucateco— ¡somos todos los que lo estamos manteniendo, lo compremos o no!
Un sexenio administrativamente impecable, con resultados en obra y modernización, no sólo del gobierno sino de todos los sistemas involucrados, como lo fue el 2001-2007, sólo tiene en la mente de los yucatecos una imagen turbia, dudosa: por un lado, por las mentiras diarias, de plano, insultos, que el Por Esto! se encargó de proferir día a día, y, por otro, por el ensañamiento elegante, de porte serio y oficioso que otros medios le propinaron al gobierno de Patrón Laviada, ignorando cualquier adelanto o valor real.
Confusión criminal. El resultado: el desastre informativo que reina hoy en Yucatán; la confusión total. Y "a río revuelto..." Sí, ganancia de los que tiran el señuelo para llevarse pesca a su canasto. Y eso es sólo Yucatán: México, completo, sufre del mismo trauma.
Artículo 7 busca, añora, se apasiona por, promueve un ambiente informativo basado en la realidad. Ni ensalzar ni denostar: informar. No vender el tono de la nota: sólo redactarla basándose en los hechos. ¿Es esto muy difícil?
Cierto: hoy por hoy estamos a mucha distancia en el tiempo de lograrlo. La estructura supervivencial de los "medios" está sostenida por los "usos y costumbres" creados y perfeccionados en la era de los 71 años de gobiernos totalitarios del PRI.
¿Comprados? "De ciudadano a ciudadano, amigo" —pretexto para que el limpiador de zapatos aceptara copias de Artículo 7 en la plaza central de Mérida. "Y a éste, ¿quién le paga?" —preguntó el hombre, aceptando 10 ejemplares para sus clientes.
¿Qué hemos hecho en México? ¿Cómo lo arreglamos ahora?