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BOSTON, Massachusets, 17 de abril.- El Buró Federal de Investigaciones (FBI) anunció ayer que convertirá en internacional la pesquisa sobre las explosiones ocurridas el último lunes en la maratón de Boston, y aseguró que no se recibieron amenazas previas al ataque.
"Esto va a ser una investigación a nivel mundial", dijo en conferencia de prensa el agente especial encargado de la oficina del FBI en Boston, Richard DesLauriers.
Los agentes federales se trasladarán "a donde quiera que les lleven las pistas" para esclarecer la autoría de las explosiones del lunes, que dejaron tres muertos y 176 heridos, afirmó.
"Iremos hasta el fin del mundo para encontrar a los responsables de este despreciable crimen", añadió DesLauriers.
Se desconoce si los dos artefactos detonados el lunes pertenecían a individuos estadounidenses o extranjeros, según el agente, que descartó que hubiera amenazas antes del suceso.
"No tengo constancia de que se registrara ninguna amenaza antes de la maratón. No hubo ninguna amenaza inminente asociada con esta investigación", agregó el agente, quien aseguró que tampoco han recibido amenazas desde entonces.
Los agentes del FBI, que ayer llevaban a cabo revisiones en Boston, se trasladarán "a donde quiera que les lleven las pistas" para esclarecer la autoría de las explosiones. (REUTERS)
DesLauriers aseguró que han recibido "un alto volumen de pistas en las últimas 18 horas" y urgió a los ciudadanos a "continuar con esa asistencia".
Las autoridades no tienen a ningún sospechoso en custodia, pero están "interrogando a una multitud de testigos" tanto en Boston como en sus alrededores, según el agente.
Así, los servicios de inteligencia de EE.UU. no tienen pistas sobre el autor o los motivos de las explosiones de Boston ni han detectado indicios de implicación extranjera. Las autoridades estadounidenses aseguraron hoy que llegarán "hasta los confines" de la tierra para dar con los autores del "acto terrorista" de ayer en Boston.
En rueda de prensa esta mañana, el agente especial del FBI a cargo de la investigación, Richard DesLauriers, fue tajante: "Esta investigación será a nivel mundial. Llegaremos a los confines de la tierra para encontrar al responsable o responsables de este despreciable crimen".
Hasta el momento se ha confirmado la identidad de dos de las víctimas, el niño de 8 años Martin Richard, que estaba entre el público animando a su padre, y la joven de 29 años Krystle Campbell. La madre y la hermana del pequeño Richard siguen ingresadas con gravemente heridas, más propias de una zona de combate que de una ciudad que ayer celebraba una fiesta cívica y deportiva en un día soleado.
La policía y militares sigue peinando y revisando una gran área alrededor de la calle Boylston, lugar que el comisario de Policía de Boston describió como "la mayor escena de un crimen en la historia de la ciudad". (AP)
Todos los testigos alabaron la labor de los organizadores y la policía a la hora de reaccionar a las explosiones, practicando torniquetes que salvaron vidas, evacuando rápidamente y ayudando con la cooperación de voluntarios a los heridos. La policía sigue peinando una gran área alrededor de la calle Boylston, lugar que el comisario de Policía de Boston, Ed Davis, describió como "la mayor escena de un crimen en la historia de la ciudad".
Davis se sumó al llamamiento del FBI para que las personas con fotografías, vídeos o testimonios de los momentos previos y posteriores a las explosiones, que estuvieron separadas por unos 150 metros de distancia, los cedan a la investigación. DesLauriers indicó hoy que han sido interrogadas varias personas pero aún no hay ningún sospechoso de los atentados y el proceso de recolección de pistas sobre el terreno podría alargarse varios días.
Durante la noche del lunes, agentes federales y locales registraron un apartamento de la localidad de Revere, cercana a Boston, donde residían unos estudiantes sauditas, aunque pese a abandonar la vivienda con varias bolsas de material no se ha anunciado arresto o progreso alguno. Tanto el Presidente estadounidense, Barack Obama, como el gobernador de Massachusetts, Deval Patrick, se refirieron al ataque de ayer, ocurrido poco antes de las 3 de la tarde, como un "acto de terror". Pero las respuestas sobre la autoría pueden tardar en llegar, mientras los agentes de la unidad de explosivos de la ATF o del FBI procesan la zona, con las cajas de avituallamiento de los deportistas o la decoración aún lista para recibir a los deportistas.
Los doctores, que trabajan en una ciudad considerada la sede de la elite médica de Estados Unidos, se las están viendo con amputaciones graves, abundantes hemorragias, quemaduras y traumatismos, algo que ha desencadenado una oleada de donaciones de sangre voluntarias. "Lo que estamos viendo es propio del teatro de guerra, algunos de nosotros hemos visto este tipo de heridas en otros países. Un miembro de nuestro equipo es un cirujano militar que ha trabajado en Irak y Afganistán", indicó esta tarde en rueda de prensa el doctor del Massachusetts General, George Velmahos.
Según indicó en rueda de prensa, en el hospital Brigham, el doctor Ron Wall, en al menos tres pacientes los objetos extraídos indican que los autores de las bombas las habían diseñado para causar el mayor daño posible con clavos y bolas metálicas pensadas "para convertirse en proyectiles".
Según informaron los medios locales en Boston, las autoridades, que están llevando las pruebas a un centro de convenciones cercano, creen que uno de los dos explosivos se montó en un olla a presión con temporizador. Otros de ellos pudo ser transportado en una mochila que se camufló entre la multitud antes de estallar. El FBI ha pedido que si algún ciudadano vio una bolsa o mochila de nailon negra se ponga en contacto con la agencia. (RPP Noticias/EFE/Público.es)