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México (14 de marzo).- En México, la problemática relacionada con el narcotráfico ha sido comparada con la situación que vivió Colombia en epócas pasadas, debido al recrudecimiento de la violencia que generaron los cárteles y los grandes capos.
Con el surgimiento de los grupos de autodefensa, particularmente con el caso de Michoacán, surge otra similitud con el país sudamericano, que también vio nacer a las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
RED POLÍTICA presenta algunos rasgos de similitud entre ambos movimientos.
En Colombia, a partir de los años 50, grupos de campesinos comenzaron una organización paulatina para defenderse de los excesos de latifundistas o caciques, a quienes disputaron las tierras, por lo que ideológicamente este movimiento campesino fue la semilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
Conforme estos grupos cobraron fuerza, la derecha extrema del gobierno colombiano auspició la creación de autodefensas que llegaron a ser bautizadas como ‘Convivir’, con el propósito de combatir a las FARC en las zonas de mayor conflicto. La década de los 90 fue el periodo de mayor violencia entre estas organizaciones.
Respecto al caso Mexicano, los grupos de autodefensa surgieron en febrero de 2013 ante la incapacidad del estado mexicano para contrarrestar la violencia generada por el crimen organizado. Por esa razón agricultores y empresarios decidieron integrar una defensa civil para enfrentar por cuenta propia al cártel de Los Caballeros Templarios, quienes asfixiaron a la sociedad con extorsiones, asesinatos y plagios.
En Colombia, los grupos de autodefensa se encontraron con los cárteles del narcotráfico y fueron cooptados, sin embargo, los propios grupos de las FARC también llegaron a ser relacionados con el tráfico de drogas como una forma de financiar su movimiento.
Respecto a México, existen señalamientos de el cártel rival de los Templarios, es decir, el de Jalisco Nueva Generación, fue quien ayudó a estos grupos de autodefensa a armarse, con el fin de apoderarse de la ruta de trasiego. Adicionalmente, varios líderes de autodefensas acusan de que los propios templarios se han infiltrado entre las propias autodefensas.
Este semana, antes de ser arrestado, Hipólito Mora habló sobre presuntos vínculos de “Simón El Americano” (se le conoce así porque vivió en Estados Unidos) con el crimen organizado.
En Colombia, los grupos de autodefensa en 2003 se vieron obligados por el gobierno a deponer las armas y desmovilizarse, ya que se habían convertido en aliados de grupos criminales.
Por esa misma razón uno de las situaciones que se temen en México es que al ser desplazados los Caballeros Templarios, alguno de los grupos o personas que conforman las autodefensas se instauren como nuevos grupos de narcotráfico, puesto que ya conocen los métodos de operación y el beneficio económico.
Por esa razón el gobierno mexicano ha intentado institucionalizarlos y llevar un registro de sus integrantes para tener un mayor control de estos, de modo que para cuando se logre extinguir a los Templarios en Michoacán, también los grupos de autodefensas puedan ser desarticulados.