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México (8 de abril).- Dos años de lucha constante, de pelear contra el tiempo y las enfermedades. Esa era la vida de un niño y su madre, quienes tenían problemas de salud, a los que dieron fin de una manera muy radical.
Chen Xiaotian, un niño que solamente tenía cinco años fue diagnosticado por los médicos, quienes descubrieron que tenía en el cerebro un tumor maligno que marginaría su vida, él decidió luchar y más cuando se enteró que su madre, Zhou Lu, tenía problemas en los riñones que tampoco le auguraban un buen futuro.
La mujer de 34 años no sabía qué hacer, se cuidaba a sí misma para no faltar a ninguna de sus diálisis y exámenes o se entregaba totalmente a su hijo que necesitaba cuidados las 24 horas. Era un tema complicado para ella y la familia entera que no sabían cómo reaccionar ante la problemática.
En algún momento la enfermedad de Chen comenzó a complicarse, perdió la vista y lo doctores no le auguraban mucho tiempo de vida, por lo que al consultarlo con la madre y abuela, llegaron a la conclusión de que el niño podía ser la salvación de su progenitora.
Los médicos se me acercaron. Me dijeron que mi nieto no sobreviviría, pero que sus riñones podrían ayudar a salvar la vida de su mamá y también de otros. Lo hablé con Zhou y ella se negó rotundamente. Dijo determinantemente que no quería oír hablar de eso.
Cuando él murió, fue trasladado rápidamente a la sala de operaciones donde le extrajeron los riñones y el hígado y luego los órganos fueron donados a su madre y a otras dos personas. El segundo riñón fue para una mujer de 21 años y el hígado para un hombre de 27.
El equipo médico ha mantenido un breve momento de oración y silencio antes del trasplante, creo que es justo decir que había muy pocos ojos secos.- (Agencias)