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MEXICO, D.F., 15 de abril.- Científicos explican que durante un eclipse total, la Luna toma un color rojizo-anaranjado porque la atmósfera terrestre refracta la luz solar hacia el interior del cono de sombra, y la mayor parte de esa luz refractada corresponde a las longitudes de onda del rojo y naranja.
La Luna, el único satélite natural de la Tierra, se tiñó de rojo en horas de la madrugada de hoy martes, durante el primer eclipse total lunar que presencia la humanidad desde diciembre del 2011, un fenómeno que pudo ser visto, sin necesidad de telescopios, en todo el Continente Americano, en Australia y también en el Pacífico.
El eclipse comenzó aproximadamente a las 04H:53 GMT, cuando la Luna inició su paso por la sombra de la Tierra. Minutos después, fue total a partir de las 07:06 GMT, por un período de tiempo aproximado de 78 minutos, hasta las 08:24 GMT, que fue emergiendo de la sombra terrestre.
Los eclipses lunares son producto del alineamiento casi perfecto entre el Sol, la Tierra y la Luna, pues el planeta proyecta su sombra sobre el satélite natural cuando está en fase de Luna llena.
En ocasiones, la Luna no penetra totalmente en el cono de sombra de la Tierra, desapareciendo sólo una parte. Sin embargo, en esta ocasión la Luna penetró enteramente y dejó de verse brillante, como generalmente se ve en Luna llena.
Los científicos explican que durante un eclipse total, la Luna toma un color rojizo-anaranjado porque la atmósfera terrestre (especialmente su capa más baja y densa, la troposfera) refracta la luz solar hacia el interior del cono de sombra, siendo justamente esa luz la que salva a la Luna de la oscuridad total.
En ese momento, la mayor parte de esa luz refractada corresponde a las longitudes de onda del rojo y el naranja, motivo por el cual, durante la totalidad del eclipse, la Luna se tiñe de tonos rojizos y anaranjados.
Asimismo, las variaciones del color dependen de la cantidad de polvo atmosférico terrestre. Es decir, mientras más limpio esté el aire, más anaranjada y brillante será la Luna; así como mientras más cargado de polvo, más rojiza, rojiza oscura y hasta amarronada será.
Aunque todos los años se producen múltiples eclipses, no siempre se pueden ver desde un mismo lugar de la Tierra. No obstante, el fenómeno de este martes estuvo a simple vista de quienes viven en América, Australia y el Pacífico.
Este eclipse es el primero de una tétrada de lunas rojas que se repetirá, prácticamente, cada seis meses entre el 2014 y el 2015, un fenómeno que sólo ocurrirá siete veces en este siglo, según informó la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio de Estados Unidos (NASA, por su sigla en inglés). (Agencias)