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México (7 de mayo).- La revolución de la telefonía móvil ha provocado que hoy día casi todo el mundo tenga un smartphone en su bolsillo. Este instrumento resulta tremendamente útil para la población, pero suele tener un gran inconveniente: la duración de la batería.
Es frecuente encontrarse con baterías móviles que cada vez duran menos, llegando a recortarse su funcionalidad a menos de la mitad del tiempo que duraba en el momento de su adquisición.
Para evitar que esos momentos incómodos de apagón del teléfono, en casos en los que éste es necesario, dejamos algunos consejos.
Con los antiguos teléfonos móviles se extendió la recomendación de cargar la batería al completo y luego descargarla del todo con el uso. Sin embargo, el cambio de material modifica este procedimiento.
Las actuales baterías de litio funcionan mejor al conectarlas sin interrupción entre el 20% y el 80% de la carga. Este procedimiento permitirá incluso ampliar la capacidad de la batería con el paso de los meses.
Otro consejo para ampliar la duración se relaciona con el uso del hardware, ya que es beneficioso utilizar procesadores de bajo consumo de energía.
No obstante, lo más importante para la batería es el uso de las aplicaciones móviles. Las más perjudiciales son las aplicaciones de mensajería, ya que agotan la batería rápida y silenciosamente, incluso cuando no se usan.
Las aplicaciones de mensajería revisan continuamente el servidor central para comprobar la existencia de mensajes nuevos, lo que mantiene activo el móvil sin pausa, consumiendo energía durante un mayor período de tiempo.
Entre estas aplicaciones, las menos optimizadas, como el servicio de mensajería de Facebook, resultan las más dañinas para la batería.
La temperatura es muy importante en este tema, ya que si el dispositivo se calienta muy a menudo se degrada a más velocidad. No obstante, una vez comprado el teléfono, no hay apenas posibilidades de evitar su calentamiento interno.
En definitiva, para que la batería dure más, debe cargarse a menudo el teléfono, mantenerse el brillo lo más bajo posible, utilizarse las aplicaciones en segundo plano y cerrarse aquellas que no se estén usando.
En caso de estar con poca batería en una emergencia, para prolongar la duración el máximo tiempo posible, debe bajarse el brillo al mínimo y cerrar todas las aplicaciones.
En cualquier caso, no hay que obsesionarse con estos procedimientos, ya que, pese a ellos, la batería siempre acabará degradándose, tarde o temprano.- (Agencias)