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Mérida, Yucatán, a 31 de octubre de 2014.- La velada de lectura en voz alta del programa ‘Leo, luego existo’ que presenta el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), se realizó con la participación de Abraham Ramos, quien dio lectura a la obra ‘Cuentos Tamaulipecos’ del escritor y dramaturgo Héctor Azar, mismas que despertaron gran inquietud entre los asistentes por la picardía con la que el autor desarrolla su obra.
La velada literaria se realizó en el Gran Museo del Mundo Maya de Mérida (GMMM), frente a una magnifica reproducción del Palacio Blanco de la Escritura de Ek-Balam, en donde el actor agradeció a los asistentes y dijo sentirse cautivado por la calidez de los yucatecos, quienes se mostraron complacidos con el dinamismo de las obra literaria.
A pesar de lo colorido de los textos, Abraham Ramos anticipó una sesión literaria divertida debido a que el lenguaje que usa Héctor Azar en su obra, roza un humor que se caracteriza por combinar una perfecta sincronía entre ideas sugerentes y la genialidad de cada situación en las que se sitúan los personajes.
Realizó la lectura ‘Las suripantas’ de la que comentó: “A mí me gusta el cuento porque inicia con una palabra tan sugerente como ‘suripanta’, con un final que nos permite explorar nuestras propias capacidades”, detalló el representante del programa nacional que Bellas Artes lleva por todo el país para fomentar la lectura entre los mexicanos.
“A mí en lo personal me gustan los temas fuertes, prefiero el drama en vez de la comedia”, señaló tras dar lectura a la obra ‘Pastillas para el abandono’ del mismo autor, cuya historia narra la vida de una mujer de la tercera edad llamada ‘panchita’, quien pasa sus años recordando y añorando la visita de sus seres queridos, y al mismo tiempo sufre su propia soledad y abandono.
Dicha obra provocó amplia reacción entre los asistentes, quienes exploraron los detalles literarios a través de sus propias vivencias, mismas que fueron comentadas por Abraham, quien dio tema para que más personas pudieran expresar su sentir y afecto hacia sus propios familiares que se encuentran en esta edad, de cuya característica amplió: “Finalmente la tercera edad puede ser un espejo de nosotros mismos”.
Asimismo una joven que asistió al evento expresó: “Yo me remonto a la soledad que puede sentir cualquier persona sin importar la edad”, tras relatar que se sintió tocada por la obra debido a una perdida reciente de un ser querido. Otra señor expresó: “Estos temas nunca pasan de moda porque es algo que ocurre en todas las familias, y de alguna forma es al mismo tiempo algo que nos puede pasar a todos”, al referir el trance de la tercer edad.
Por esta razón, Abraham Ramos dijo que la educación juega un papel importante porque desde chicos aprendemos a valorar a nuestros abuelos. Acto seguido recomendó que las personas deben encontrar gusto en la lectura, ya que si uno mismo no encuentra placer en las obras, no tienen el mismo resultado, por lo que indicó que debemos explorar que temas son los que nos motivan a desarrollar a través de los libros el hábito de leer.
“También podemos viajar –a través de la lectura- a donde el autor te quiere llevar”, puntualizó una joven, quien narró su experiencia de vida, al contextualizar la obra de Héctor Azar con sus propios parámetros relacionados con sus vivencias.
El actor recomendó que si eres estudiante no se vale hacer trampa cuando te dejen leer obras, ya que muchos recurren al resumen, y lo malo es fomentar malos hábitos que no ayudan. Antes de finalizar dijo: “Ha sido un placer estar en Yucatán, muchas gracias por la retroalimentación”. Acto seguido escuchó palabras en maya de un guía del Gran Museo del Mundo Maya, quien le expresó que su paso por Yucatán, tierra de los mayas, tuvo una trascendencia mayor gracias a su participación y talento con este programa de lectura.