GUADALAJARA, Jalisco, 11 de noviembre.- Lo que ocurrió el sábado pasado en el Zócalo de la Ciudad de México, cuando un grupo de sujetos encapuchados acometió contra las puertas de Palacio de Gobierno, lleva la firma del Gobierno Federal, consideró el sacerdote Alejandro Solalinde, quien esta tarde dialogó con estudiantes de la Universidad de Guadalajara en el Paraninfo Enrique Díaz de León.

Padre Solalinde ve al Gobierno de Peña Nieto detrás de ataque a Palacio Nacional.

"Lo que pasó en el Zócalo es una repuesta oficial, los grupos de choque iniciaron el 1 de diciembre del 2012, cuando Peña Nieto tomaba protesta, se ve la firma de la casa; además, quién va pensar que un grupo pueda acercarse así a Palacio Nacional y hacer lo que hicieron, es eso o que el CISEN o los órganos de inteligencia de la SEDENA o el Estado Mayor Presidencial no sirven, eso es inaceptable", indicó.

En su opinión, lo que ha seguido causando indignación en la gente es que el Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, no reconozca que el crimen cometido contra los normalistas de Ayotzinapa, en Guerrero, lo causó el Estado.

"Lo que pasa es que el PRI quiere el Estado de Guerrero y por eso ha administrado el conflicto, no les interesan los campesinos ni lo que está sucediendo, su interés es electorero", dijo.

Aseveró que es momento de exigir que aparezcan todos los desaparecidos del país, de subir demandas y exigencias a otro nivel, de organizar en cada Estado una resistencia civil pacífica que se articule con las otras.

"Las marchas son una expresión legítima para decirle a la gente lo que queremos, pero hay que pasar a la estrategia, a una resistencia civil pacífica en cada estado que luego se articulen, impidiendo la infiltración y la cooptación; las manifestaciones son el signo de los tiempos y son la prueba irrefutable de una necesidad de un cambio, un cambio que los jóvenes lo están impulsando", dijo Solalinde ante los estudiantes que llenaron el Paraninfo universitario.

Insistió en que todo el país debe cambiar, pero consideró que el Ejército y la Iglesia Católica lo deben hacer pronto.

Sobre el primero, opinó que necesita reformarse y que son los militares los que deben cuestionar esa estructura, aunque recordó que quienes lo han hecho han sido criminalizados.

Respecto a la Iglesia, afirmó que la cúpula ha sido cómplice del Gobierno y ha permitido que el país llegue al punto en el que está, por ello sostuvo que quienes son creyentes no deben esperar a que la jerarquía les diga lo que hay que hacer.

"Es una jerarquía a la que no han formado para estar en la calle con la gente, por eso hay que empujarlos y exigirles que den una respuesta a la emergencia que vive el país", declaró. (El Universal)