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México (4 de septiembre).- Michelle Carter, una joven estadounidense de 17 años, sabía que su novio no estaba pasando por un buen momento, tenía depresión y estaba pensando en suicidarse.
Finalmente Conrad Roy decidió quitarse la vida en julio del año pasado. Ahora la joven está acusada de homicidio involuntario por supuestamente haber incitado al Roy, de 18 años, a suicidarse.
La pareja se conoció en 2012 y, en algún comento, comenzaron una relación romántica, principalmente a través de internet y mensajes y conversaciones telefónicas.
Roy pasaba por un mal momento personal, la relación con sus padres era inestable y pensó en el suicidio como vía de escape.
El joven compartió sus planes con Carter.
La Fiscalía del condado de Bristol, en Massachusetts, publicó algunos de los más de 1.000 mensajes que los jóvenes intercambiaron. Varios hasta minutos antes de que Roy se suicidara.
“Carter ayudó a Conrad a suicidarse aconsejándole que superara sus dudas y presionándole para que se suicidara en un periodo de tiempo corto”, asegura la fiscalía.
El 12 de julio de 2014 fue el día que Roy eligió para acabar con su vida.
Condujo la furgoneta hasta un estacionamiento, donde se detuvo con el motor encendido y falleció, tal y como estaba previsto, a causa de inhalación de monóxido de carbono. Fue encontrado muerto a la mañana siguiente.
Entre los extractos de los mensajes presentados ante el juez, la fiscalía señala los consejos de Carter ante las dudas Roy. Carter: “Firme al cielo guiado por Dios”.
Los abogados de Carter pidieron que se retiraran los cargos alegando que fue una decisión voluntaria de Roy. Conrad: “Y volveré a ser feliz otra vez”. Carter: “Sí, lo serás”.
La joven continuó el intercambio de mensajes “no hay manera de que falles… eres fuerte… te quiero de aquí a la luna y vuelta y más profundo que el océano (…)”. Y le asegura que “no es doloroso y es rápido”.
En otro, horas antes del suceso Carter le dice: “Siempre dices que lo vas a hacer pero no lo haces. Sólo quiero asegurarme de que esta noche es la de verdad”.
De todos los mensajes analizados hay uno de especial interés para la policía, según apunta el diario The Washington Post.
Roy, aparentemente, tuvo dudas, sintió miedo y temor a abandonar a su familia, y salió del vehículo al empezar a sentirse mareado por el monóxido de carbono.
El joven envió un texto a Carter contándole sus miedos y ella respondió: “vuelve a entrar”.
El diario apunta además que Carter había hecho días antes una petición a Roy. Le pidió en un mensaje de texto que borrara todas sus conversaciones antes de suicidarse.
Carter, que entonces tenía 17 años, supuestamente mandó un mensaje a un amigo tras la muerte de Roy en el que decía “si la policía lee mis mensajes con él estoy perdida. Su familia me odiará y puedo ir a la cárcel”, según el rotativo.
La fiscalía subraya que en otros, ante la preocupación de Roy por su familia, la joven trató de convencerle de que su suicidio no afectaría a sus padres emocionalmente. “Supongo que tus padres saben que estás en un mal momento. No digo que quieran que lo hagas, pero estoy segura de que pueden llegar a aceptarlo”, dice Carter.
“Saben que no hay nada que puedan hacer. Han tratado de ayudar, todo el mundo lo ha intentado pero hay un punto en el que no hay nada que alguien pueda hacer para salvarte, ni siquiera tú mismo”. Abuela de Conrad RoyImage copyrightAP