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México (25 de octubre).- El cambio de trayectoria antes de tocar tierra y la cadena montañosa del occidente de México frenaron la furia del huracán Patricia y ayudaron a disminuir considerablemente los efectos catastróficos que se habían predicho, afirmaron meteorólogos.
El ciclón, calificado por las autoridades de superhuracán, se encontró con dos muros naturales; la Sierra Madre Occidental y el circulo volcánico transmexicano. Con ellos “comenzó a disminuir su violencia”, dijo Hermes Ulises Hernández, director del Instituto de Astronomía y Meteorología de la Universidad de Guadalajara, Jalisco.
Patricia, considerado el mayor huracán jamás registrado en México, llegó a alcanzar vientos de 325 kilómetros por hora y rachas de hasta 400 y tocó territorio mexicano en el poblado de Emiliano Zapata, en Jalisco, la tarde del viernes.
La cadena montañosa de la Sierra Madre Occidental atraviesa desde Sonora y hasta las costas de Jalisco y Nayarit. Ahí se une con el Eje Volcánico Transversal de México, que inicia con el volcán Colima, y cruza lo ancho del país hasta Veracruz. Ambos sirvieron como un “muro de contención” para el potente fenómeno meteorológico, que finalmente no causó víctimas mortales y dejó afectaciones menores en infraestructura y viviendas de Jalisco, Nayarit, Colima y Michoacán, remarcó el experto.
Aunado a estas dos cadenas montañosas, otro factor que jugó a favor de que Patricia no resultara tan catastrófico, fue, paradójicamente, la fuerza de sus vientos, pues incidió en que el meteoro pasara rápidamente por el territorio mexicano.- (Agencias)